Se liberó y lo pudo contar. Costó soltarlo. Y mucho. Pero Katia lo hizo, y su crudo testimonio servirá para que tantas otras mujeres víctimas de violencia género puedan escaparse de esos tormentosos episodios.
"Me ahorcó y me pegó una piña en la cara, lo que me ocasionó hematomas, y al pegarme la piña me dio la cabeza contra la pared y me desmayé".

Su relato impacta, y continúa. "Quise irme de su casa ya que estaba cansada de pasar situaciones de violencia por parte de él. Tomé la decisión de irme y alejarme de esta relación porque no era feliz. Se sacó de quicio y se puso muy violento. Llegó demasiado lejos", relató Katia.
"Lo cuento porque no tengo miedo, estoy apoyada por mi familia y mis amigos que me aman de verdad, y que a pesar de que nadie quería que siguiera con él por otras cuestiones también, me apoyaron siempre", agregó.
En ese sentido, Katia puntualizó que "hoy me tocó a mí, pero mañana le puede pasar a otra mujer. Me quise ir de su casa en buenos términos y solo por ponerme a guardar mis cosas, me ahorcó y me agarró de los pelos desde la puerta de su casa hasta tirarme en la cama; me escondió las llaves para que no me fuera, rompía cosas contra la pared o el piso, se pegaba piñas en la cabeza y eso no es normal. Hoy me pude escapar, con hematomas y lesiones en la cara y el cuerpo, y la ayuda de 4 patrulleros y mi viejo, pero quizás más tarde no llegaba a pedir ayuda".

Por otra parte, la joven quiso dejar un mensaje para todas las mujeres que están sufriendo esta problemática y deslizó: "soy consciente de lo que viví, de lo que está mal y no lo justifico. No sean comprensibles con alguien que los aleja de sus amigos y familia, y no deseo que le pase a otra persona lo mismo que padecí yo".
A su vez, indicó que "Creí que por querer a alguien lo podía ayudar a darle valores que sentí que le faltaban, pero también sabía que sola no podía porque había algo más fuerte, ya que se enojaba fácil y rompía cosas de él o mías y se pegaba; yo lloraba y trataba de agarrar sus manos para que no se pegue, pero sentía que no podía con esa situación. Me pedía perdón por lastimarme, pero no quería cambiar. Hablé con su familia y me dijeron que cuando era chico, fue a médicos pero abandonó los tratamientos".

En otro sentido, Katia no quiso olvidarse de decirle a este diario que "me cogió dormida y sin mi consentimiento", agregando así otro episodio fatídico su terrible y dramática vivencia.

Vale precisar que Katia ya realizó la denuncia contra su expareja, Facundo Nicolás Romano en la Comisaría de la Mujer, y de inmediato actuó el juzgado poniéndole una perimetral al agresor.





