Día a día se van conociendo más novedades sobre este virus del que poco se sabe y que ha llegado al mundo, al parecer, para quedarse. Al menos durante varios meses más.
Según un estudio internacional, lo último que se descubrió es que el 10% de enfermos graves con COVID-19 producen anticuerpos que empeoran la enfermedades y que además, boicotean su sistema inmune.
Esto sería un defecto genético que podría afectar a la producción de la molécula interferón, encargada de alertar al resto del cuerpo cuando uno se contagia. De acuerdo a lo que explica Javier Martínez-Picado, investigador ICREA en IrsiCaixa y coautor del estudio, "el interferón se llama así porque interfiere con la multiplicación del virus y la detiene. Los autoanticuerpos que producen estos pacientes secuestran al interferón y lo anulan".
El publicado se trata del mayor estudio hasta la fecha sobre las causas genéticas del covid grave, asegura Martínez-Picado, especialmente porque demuestra la acción de estos autoanticuerpos. Los científicos han demostrado que si a células infectadas con SARS-CoV-2 se añade interferón 1, la infección se paraliza. Pero si se añade plasma de pacientes que producen estos autoanticuerpos la infección se reinicia y los virus continúan haciendo decenas de miles de copias de sí mismos.