
Primero fue la piratería. Luego, las crisis económicas que suelen ocurrir en nuestro país. Después fue el turno de las distintas plataformas digitales. Ahora se sumó la pandemia en un nuevo round pero nunca tiraron la toalla. Al día de hoy siguen dando pelea, de pie, firme.
El Video Club siempre está en combate pero parece que no hay nada que lo tire a la lona.
Aparecieron a principios de los '80 y fueron furor. Actualmente, en la ciudad de La Plata, solo quedan tres locales de los casi 50 que existieron tiempo atrás.
Pablo Eyheramendy es responsable desde hace 20 años de 'Comeback', de calle 60 entre 136 y 137 de Los Hornos. Desde la Agencia DLC hablaron con él entre estantes de películas y clientes que entraban para alquilar en un día de lluvia.
"En la ciudad que yo tenga conocimiento, quedamos tres. Videgraf en 64 entre 12 y 13; el viejo Video Clip de diagonal 73 y nosotros. Teníamos tres sucursales: uno en 60 entre 22 y 23; otro en 44 y 28 y éste local que sería el tradicional; la casa central", reconoció Pablo, el único responsable del local desde sus inicios.
Sumando las películas que dejaron las otras dos sucursales, el local cuenta con aproximadamente 10 mil títulos de diferentes géneros.
El trámite de alquiler sigue siendo el mismo históricamente: sólo presentando el DNI, puede convertirse en socio del Video Club y así habilitar al núcleo familiar para también poder retirar películas. El dueño de 'Comeback' aseguró que "una o dos personas por día se siguen asociando. Se registra en una planilla, y el socio viene y retira la película que quiere. Es simple. Uno piensa que está devaluado el rubro pero no es así".
Al mismo tiempo, agregó que en cuanto a la devolución, ya no es tan estricto como antes que la cinta debía devolverse al otro día o a las 48 horas. Hoy existe cierta flexibilidad. "Ahora más que socios se han transformado en amigos y si piden quedársela uno o dos días más, no pasa nada. No hay ese recargo. Hay mucha confianza con el cliente para que luego la devuelva. Y más con los clásicos", precisó Pablo.
El precio del alquiler ronda los $50 pesos, mientras que el Blu Ray, cuesta $100 y el día más fuerte de la semana es el sábado, "pero ahora con la cuarentena y que la gente está más en su casa y no tiene otras opciones como el teatro, el cine u otra diversión, se reactivó el rubro un poco. Serán unas 20 películas por día, sacando el fin de semana, que es el doble", contó Pablo.
El Video Club siempre estuvo en lucha, desde su nacimiento. Y siempre se mantuvo de pie. El rubro pasó por momentos muy difíciles, sin embargo, siempre salió ileso.
En ese sentido, Pablo reconoció que "el video siempre tuvo luchas desparejas. La piratería fue lo que más nos golpeó desde siempre. Sería la competencia desleal. Ya la gente lo dejó de lado, ya no se ve gente vendiendo películas truchas en las calles. La gente tiene otras plataformas para elegir pero nosotros nos mantenemos, en primer lugar, por enfocarnos en el cliente, que se sienta cómodo, conforme. Eso siempre fue un pilar, lograr que la persona que viene se sienta a gusto".
Habiendo variedades de opciones para ver una película, teniendo el título que se quiera al alcance de un doble click, los platenses siguen eligiendo acercarse a un Video Club, seleccionar una película y volver a su casa para disfrutarla en su comodidad.
"La magia del video también es venir y recorrer; ver las cajas; ver la sinopsis y preguntar que tal la película; el director; la charla con la persona. Es como el vinilo que volvió con todo. Ojalá el video pueda resurgir y tener el mismo efecto que el vinilo', remarcó el responsable del local".
En varias oportunidades se le cruzó por la cabeza cerrar. Pero sigue adelante. El amor que lo une al video, es clave. No se da por vencido ni en las crisis más profundas. No baja los brazos y sigue, siempre buscando alternativas para salir adelante.
"Un montón de veces pensé en cerrar. Pero es un amor. Me encanta el rubro. Siempre hubo crisis en el país, siempre tenemos una mancha de humedad. A eso sumale la crisis económica; la competencia desleal de la piratería que había en cada esquina, vendiendo películas truchas. Eso fue, más que las plataformas, lo que aniquiló al rubro. Antes éramos entre 40 y 50 videos club en la ciudad y ahora quedamos pocos. En esos momentos uno piensa en cambiar, buscar otros rumbos, pero siempre traté de buscarle la vuelta e ir remodelando y modificando cosas para seguir adelante", reconoció Pablo.
Y si bien el avance de la tecnología hace que cada vez sea más cómodo poder ver una película sin moverse de la casa, Pablo cree que el Video Club seguirá y no pasará de moda porque "hay mucho público, coleccionistas, que van a estar. No sé si va a volver el furor de antes, con tres sucursales como teníamos o expandirse. La persona nace con el celular y con un click ve una película. Pero también depende de nosotros, de ir transmitiendo la tradición de venir al video a buscar la película. Creo que va a seguir existiendo. Quizás cambie el formato pero el físico va a estar".
Estar al frente del local, hizo que tuviera contacto con varios actores y personajes del medio pero desde hace tiempo "me contactaron dos actores de Buenos Aires: Alexander Pifano y Fabián Budes, donde me propusieron armar un video donde se siga con la tradición del Video Club y recomendar películas. Han venido al local y hemos filmado algunas cosas y ahora semanalmente -todos los viernes- subimos en las redes sociales el video donde ellos recomiendan películas como para que la gente continúe con la tradición".
Con 20 años al frente del negocio, asegura que todos los días de su vida, se sienta a mirar una película. Y con cada película, sueña con un futuro mejor para el rubro.
FUENTE: AgenciaDLC