Un martes de suma tensión se vivió en una casa de Gonnet cuando dos bebés mellizos se ahogaron en una pileta. Pero fueron salvados gracias al accionar de los médicos.
Fuentes policiales indicaron que todo sucedió cuando el padre de los niños, de un año y ocho meses, se ausentó un rato para hacer unas compras, dejando a su pareja en la casa donde viven en 15 bis y 494. Ella estaba cambiándose en el dormitorio y, en un accidente, los nenes se cayeron en la piscina, cuya puerta estaba abierta ya que la estaban limpiando.
Al descubrir el hecho, los bebés fueron rescatados a tiempo y, ante la tardanza de la ambulancia, los trasladaron hasta el hospital San Roque de Gonnet. Allí fueron recibidos en la guardia y estabilizados, encontrándose ambos "fuera de peligro", según indicaron.
