
Paola caminaba por 17 y 42 cuando un auto marca Chevrolet blanco (con el logo de una remisería de Los Hornos), se paró en el medio de la calle con el objetivo de secuestrarla. Bajó un hombre moreno, abrió la puerta del auto, la agarró del brazo y obligó a subir. "Fueron cinco segundos y empecé a escuchar gritos de personas cercanas. Decían que me dejaran. Eran dos chicos que estaban recolectando cartones. Me salvaron y gracias a ellos puedo contarlo", relató la joven en diálogo con LAPLATA1.com.

Y continuó: "no reaccioné, no tuve tiempo de hacerlo. Dejé que me robara, no atiné a nada, estaba shockeada. Tenía el celular en la mano y cuando se me acercaron los chicos que me salvaron, me preguntaron si estaba bien. Les dije que sí, que no me habían robado, y ellos me contestaron que no me querían robar, me querían secuestrar".
"Hice la denuncia por el simple hecho de que el auto tenía el logo de una reconocida remisería, y a cualquier mujer le puede pasar, a la hora que sea y en cualquier lugar. Odio haber sido tan ingenua, y no haberme defendido", agregó.