El Parque Iraola Pereyra es un lugar de descanso, un espacio verde muy concurrido por todos los platenses. Pero, detrás de su faceta social, dónde las familias disfrutan del día, existen historias muy oscuras y mitos urbanos que aterraron a más de un ciudadano de La Plata.
Son varias las historias que se le atribuyen al Parque Pereyra, pero aquí nos vamos a centrar en 3.
MIMO FANTASMA
Dice la leyenda que en la década del 70, 20 años después del estreno del parque, un joven mimo merodeaba por el verde pasto del lugar. De tan sólo 17 años, el joven mimo -supuestamente llamado José- volvía para su casa luego de una jornada de "show" que hacía en el parque provincial para ganarse una plata.
Ya se había hecho de noche, el mimo no era un gran experto de la oscuridad e intentaba apurar el paso para pasar rápido por el frondoso parque, cuya vegetación pasaba de alegre a tenue cuando la noche lo azotaba. En su camino, José cruzó un grupo de hombres, quiénes fueron a interceptarlo inmediatamente.
Ante el temor, el mimo no supo qué hacer y quedó atónito. Este grupo de hombres comenzó a atacarlo hasta dejarlo sin vida. Lo torturaron lentamente, las lenguas platenses dicen que lo colgaron de un árbol de tal manera que se quede sin aliento pausadamente, y así estirar su agonía.
Sin embargo, el mito afirma que el joven, con sus últimos esfuerzos, juró vengarse. A las semanas, los hombres fueron encontrados muertos en el mismo parque.
EL ÁRBOL DE CRISTAL
Así fue nombrado el árbol que trajo desde Malasia el dueño original de las tierras, Leonardo Higinio Pereyra. El único de latinoamérica en su especie (Agathis Alba), incluso fue declarado por la Cámara de Diputados Bonaerenses cómo patrimonio natural de la Provincia.
Pero eso no es todo lo que caracteriza al árbol de cristal. El cuchicheo platense indica que el árbol es lugar de diferentes rituales satánicos.
Más de uno afirma haber escuchado gritos muy extraños provenientes del árbol, además que es común encontrar elementos pertinentes a rituales, cómo velas o pelos. Y, aunque parezca impresionante, esta no es la única situación extraña que se le atribuye al árbol de cristal.
LA BICICLETA DE SOFÍA
Esta es, en la opinión propia, la historia más terrorífica de todas. Sofía Soria fue vista por última vez en abril del año 2015, cuándo paseaba en bicicleta junto a su grupo. Todos ellos montaban sus bicis por el Parque Pereyra y se dirigían hacía el árbol de cristal, dónde finalizaba usualmente su recorrido.
Pero en un momento, difuso y poco claro, sus compañeros notaron que Sofía no estaba. Desesperados, comenzaron a buscarla, pero no tuvo caso: había desaparecido sin dejar rastro alguno. Ninguno de los 9 integrantes del grupo lograron identificar algún momento en el que Sofía se haya separado. 4 meses después, apareció la bicicleta de Sofía. Pero eso no es lo más curioso, la bicicleta apareció en la copa del árbol de cristal (cabe destacar que la caracterización del árbol es su altura imponente, plantado hace más de 150 años).
¿Por qué es la más terrorífica? La familia de Sofía sigue buscándola, al igual que tantas familias del país buscan por sus hijas desaparecidas. Ningún mito urbano podrá dar tanto miedo cómo la realidad.
