Una investigación realizada en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill y la Universidad de Wisconsin-Madison sostiene que una cepa mutada se propaga más rápido y que además, es ligeramente más sensible a la neutralización por fármacos de anticuerpos.
De esta forma se demostró que la mutación más común en el nuevo coronavirus le ha permitido propagarse rápidamente por todo el mundo.
El estudio, publicado en la revista Science, muestra que la cepa D614G se replica más rápido y es más transmisible que el virus, originario de China, que se propagó al comienzo de la pandemia.
En este sentido, Ralph Baric, profesor de la UNC- Chapel Hill, expresó: "el virus D614G supera a la cepa ancestral en aproximadamente 10 veces y se replica de manera extremadamente eficiente en las células epiteliales nasales primarias, que son un sitio potencialmente importante para la transmisión de persona a persona”.




