Se trata del gerente operativo Bruno Celano, hombre de extrema confianza dentro del club del presidente del Lobo. Su salida se oficializó el último viernes en una reunión vía zoom donde confirmó la decisión y se despidió ante los empleados expresando que "dejaba un club mucho más ordenando" del que recibió.
Celano, cultor de un extremo bajo perfil, tenía una nula identificación y relación con el Lobo hasta que Pellegrino no bien se convirtió en la máxima autoridad albiazul (fines de 2016) inundó de gerentes a la institución y le asignó un rol clave en el manejo diario del club. El protagonismo que adquirió el confeso hincha de River dentro de Gimnasia no llamó la atención, teniendo en cuenta que ya lo unía desde hace años una estrecha relación laboral con Pellegrino porque venía desempeñando una función similar en la empresa personal del dirigente albiazul.
Su reemplazante será Juan Castellini (simpatizante de Boca) quien ingresó a la vida laboral del Lobo siendo un empleado de la cochera de la sede social y colaborador los días de partido en el estadio. Luego, siempre apadrinado por su padre, pasó a integrar el departamento de socios. Fuentes consultadas por LAPLATA.1.com aseguraron que puertas adentro el flamante gerente afirmaba ser jefe de recursos humanos pero llamativamente desde el club nunca le adjudicaron ese cargo. Es más ni siquiera le firmaron el acta atribuyéndole esa función. En el último tiempo mágicamente su figura creció, producto de su apego y cercanía con Jorge Reina, y según le adelantaron a este medio habría sido el vicepresidente primero quien "le levantó el pulgar" para ser uno de los tantos gerentes que posee Gimnasia.
La designación hizo ruido en el día a día del Lobo y acrecienta las diferencias, a esta altura indisimulables que existen entre Pellegrino y el empresario financiero. Se fue la mano derecha de años del presidente albiazul y su reemplazo pasará a ser un hombre que se ganó la confianza del "Colo".
