Alrededor de El Diez, además de un sinfín de controversias familiares y personales, gira una polémica que recién ahora, tras su muerte, irá creciendo: su herencia.
Hasta el momento, sus cinco hijos reconocidos (Dalma, Giannina, Diego Jr., Dieguito Fernando y Jana) son herederos naturales del patrimonio de Diego.
En cuanto a su herencia, en Argentina Maradona tiene la mítica propiedad de Segurola y La Habana y además un departamento extra. Además, posee otra propiedad más moderna en Puerto Madero y también, la casa de Rocío Oliva y su familia en Bella Vista, adquirida por él y posteriormente cedida a su ex pareja.
Por otro lado, Diego contaba con cuatro automóviles en la Argentina pero también le quedaron dos muy costosos en Dubai: un Rolls Royce Ghost, valuado en 300.000 euros, y un BMW i8, tasado en 145.000. A ninguno de los dos los llegó a vender antes de la disputa de la Copa Mundial de la FIFA de Rusia 2018, cuando dejó Dubai.
En cuanto a sus bienes, la lista se extiende hasta en Bielorrusia: ahí le regalaron un anillo de brillantes valorado en 300.000 euros, que se transformó en una de las cábalas en su paso por Gimnasia La Plata. También le obsequiaron una camioneta de lujo Overcomer Hunta, con chasis de fibra de vidrio y tanque de combustible de 100 litros.
Desde que Matías Morla se convirtió en su apoderado, Diego firmó contratos con Konami (por el PES), con una marca de indumentaria deportiva, tiene escuelas de fútbol que llevan su nombre en China, posee inversiones en Cuba (entre ellas, un hotel) y también en Italia, donde el nexo con sus negocios es Stefano Ceci, un fanático que viajó al Caribe para conocerlo y terminó transformándose en una persona vital de su círculo íntimo.
Fuente: Infobae
