Leonardo Ridella contrató a una acompañante terapeutica para ser asistido al quedar sin la posibilidad de moverse por sus propios medios que tiempo después, con engaños y mentiras, desapareció con muchísimo dinero prestado y objetos personales. Busca conocer de su paradero para que actúe la justicia.
Desde hace tiempo que Leonardo Ridella, el hombre damnificado de 58 años, está en busca de respuestas ante este hecho. Luego de una operación de cadera, al no poder manejarse por sus propios medios, necesitó de una acompañante terapéutica que lo ayude con las tareas diarias. Luego de buscar, encontró, se trataba de Debora Valeria Iglesias, a quién hoy Leonardo denuncia por abandono, incumplimiento de sus tareas y de robo.
Repasando los acontecimientos, Leonardo relata que la mujer se presentó a su vivienda con la versión de que la obra social iba a encargarse de cubrir sus servicios: "Vino diciendo que trabajaba por IOMA y al final no me cubrió nada; cobró todo particular, me pidió plata prestada, se llevó un horno para cocinarme y un mueble embalado, que después me iba a pagar cuando IOMA le pague", explicó el platense.
Días más tarde, Debora llegó a su hogar para realizar sus tareas como acompañante pero con una condición, que le prestara dinero y unos electrodomésticos para cocinarle ya que, según ella, la obra social más adelante le pagaría los gastos del servicio y ahí devolvería lo prestado. Pero esto nunca sucedió, Leonardo cuenta que "IOMA al final no me cubrió nada y todo eso que le presté, nunca me lo devolvió; tengo toda la documentación para demostrar que esta mujer, que me robó, estuvo cuidando de mí".
Ante esta situación, y la falta de recursos tanto económicos como físicos, ya que luego de la operación Leonardo nunca pudo recuperarse del todo siendo certificado como persona discapacitada, cuenta que no le quedó más remedio que hacer denuncias públicas en contra de Debora Iglesias: "No me quedó otra, la tuve que escrachar".
Finalmente, Ridella comenta que desde que hizo pública su denuncia, la acompañante lo bloqueó de todos lados, tanto de las redes como de Whatsapp, y hasta el día de hoy, no tiene novedades de su paradero. El tiempo pasa y el miedo de Leonardo a que todo ésto quede en la nada, crece.
Es que, Leonardo Ridella nos argumenta que no puede llevar adelante un proceso judicial por no poder pagar un abogado, ni dirigirse para realizar de manera presencial la denuncia, y no tiene a nadie que pueda darle una mano en busca de recuperar lo perdido por una acompañante terapéutica que en vez de traerle soluciones, lo complicó aún más.
Para todo aquel interesado/a en ayudar a Leonardo a dar con el paradero de Debora Iglesias o para llevar adelante algún proceso judicial, pueden comunicarse al 221-507-2227.
