El reloj electoral apura a Guzmán, y Cristina se lo hizo notar

Opinión 20/12/2020 . Hora: 09:00
El reloj electoral apura a Guzmán, y Cristina se lo hizo notar

Por Francisco Angulo

Cuando el dólar blue rozó los 200 pesos, Guzmán giró hacia un mayor pragmatismo y abrazó un discurso de austeridad más alejado del corazón progresista del gobierno. Pero dio sus frutos: con idas y vueltas, se restauró cierta confianza y el billete paralelo empezó a descender fuertemente.

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Ahora Guzmán está enfocado en profundizar la reducción del déficit fiscal y en convencer al mercado que el Banco Central prácticamente no asistirá financieramente al tesoro. En otras palabras, que no habrá emisión monetaria descontrolada.

Y hasta ahora viene cumpliendo bastante. La última licitación de deuda en pesos fue existosa y permite disponer de pesos sin necesidad de pedirle al Banco Central que encienda la maquinita. El próximo 28 de diciembre habrá otra licitación importante. Día para estar atentos.

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Pero mientras Guzmán y su equipo de Economía y Finanzas dan estas batallas para ordenar los números macroeconómicos, Cristina Kirchner desde La Plata (justamente la ciudad natal del Ministro de Economía) le puso ciertos límites al pragmatismo de Guzmán.

En particular, la vicepresidenta indicó que la economía argentina es movida por la demanda y particularmente el consumo interno. Pidió, en este punto, que los salarios vuelvan a ganarle a la inflación y alertó por el encarecimiento de "la mesa de los argentinos", concretamente de la carne.

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Máximo Kirchner también hizo alusión a este tema y reconoció una inflación muy alta aún en el rubro de alimentos, y le pidió responsabilidad a los empresarios. Pero Cristina puso el foco en el gobierno e indicó que esta inflación en alimentos no había ocurrido durante su gestión 2007-2015.

Salarios, jubilaciones y tarifas. Fueron tres de los conceptos abordados por Cristina en el acto, y sobre los cuales habrá tensiones muy fuertes en el 2021. Está claro que hay diferencias de concepción: Guzmán entiende que no hay margen para sostener un déficit fiscal tan alto, pero desde el ala “heterodoxa” del gobierno (representada en el discurso de Cristina) pretenden que el gasto público (en jubilaciones, salarios y subsidios) se mantenga en niveles altos aunque eso implique dañar las cuentas fiscales.

No es tampoco algo que deba sorprender. Es de público conocimiento que Guzmán no estuvo a favor de este receta ultra-expansionista del gasto público entre el 2011-2015. De allí que haga foco en la "sustentantibilidad" y el orden macroecónomico. 

El problema es que los tiempos de Guzmán no parecerían estar tan alineados con los tiempos electorales. "Ordenar la macro" lleva tiempo. Y en las elecciones 2021 hay bastantes cosas en juego.

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