Hace tiempo que los vecinos del barrio Santa Ana y de la zona de Don Fabián de La Plata son víctimas y rehenes de una lucha entre bandas que no cesa y altera gravemente la tranquilidad.
Botellazos, tiros, y amenazas son moneda corriente en la zona de 156 entre 526 y 527, la franja que divide a las bandas. El saldo de los acontecimientos, negativo. Una nena herida y otra joven en silla de ruedas producto de los balazos.
Pero la historia, lamentablemente, condenó a personas inocentes; cuatro vecinos quedaron atrapados en el medio de los enfrentamientos y, por acusaciones falsas y una floja respuesta de la justicia, fueron privados de su libertad hace 5 meses.
Marcos (40), Tomás (39), Walter (35) y Nahuel (22) están cumpliendo una prisión preventiva injustamente, sin haber hecho absolutamente nada, y sus familias piden a gritos que sean liberados.
En ese marco, la mujer de uno de los hombres condenados, descargó sus emociones con LAPLATA1.com y contó la verdad de lo sucedido.
“El 21 de julio fueron detenidas injustamente 4 personas, Marcos, Tomás, Walter y Nahuel Moreira. Se los acusa de entrar a una vivienda con armas de fuego disparando por doquier provocándole una herida de bala a una menor. Y dejar en silla de ruedas a otra chica producto de los disparos. El hecho por el que se los acusa ocurrió el 20 de julio a la mañana; hemos presentado alrededor de 30 testigos, los cuales afirman y aseguran que cada uno de los nombrados son inocentes, y fueron vistos en sus respectivas viviendas. Todo el barrio fue testigo de lo sucedido y asegura que los chicos son inocentes porque no estuvieron en el lugar del hecho”, precisó.
Y continuó: “no hay ningún tipo de pruebas que los incrimine; solo existe una denuncia acusando falsamente a los nombrados, el testimonio falso de una menor que es la hija de la denunciante y una declaración de una persona falsa que se hace llamar testigo clave. En los allanamientos realizados no se les encontró nada de lo buscado, lógicamente porque no hay pruebas, ya que no fueron los autores. Sin embargo, y sin tener pruebas, el fiscal Marcelo Romero, y el juez Pablo Nicolás Reales, decidieron dictarles la prisión preventiva sin importarles los daños causados, sin importar que son los sostenes económicos de sus familias, y sin importar que contamos con el apoyo de la familia que quedó en silla de ruedas. Ni mucho menos pensar en los nenes que lloran a diario esperando a sus papás”.
Asimismo, agregó que “los principales culpables (foto) están tranquilos en sus hogares, duermen con todas las comodidades sin importan el daño que provocaron injustamente. Después de 5 meses de detención, exigimos que lean el expediente y les otorguen la libertad a los chicos. Desde el 21 de agosto que se presentaron los papeles de apelación a la Cámara y hasta el día de hoy no hubo respuesta. No puede ser que sigan detenidos teniendo tantas cosas a nuestro favor. Los días pasan, y la vida también. Se pierden muchas cosas, etapas de sus hijos, y lo más importante, la libertad. El tiempo perdido no lo van a recuperar nunca”.
