Una vecina platense, llamada Cindy, realizó una contundente denuncia por la red social Facebok hacía un restaurante de comida peruana de la ciudad de La Plata conocido como Cuzco.
La vecina explicó que ella y su novio estaban buscando trabajo con urgencia, y encontraron un cartel afuera de este restaurante, ubicado en la calle 8 entre las calles 56 y 57, donde se buscaba una moza. Se detuvieron allí leyendo el cartel, cuando el dueño del local se acercó y les preguntó que ocurría, a lo que ella y su pareja respondieron que estaban buscando el trabajo.
"Ronald (el dueño) nos citó ese mismo día a una entrevista para trabajar los dos", expresó Cindy. Inmediatamente los tomó como empleados, ella como moza y él como bachero, y les dijo que comenzarían una semana de prueba.
Una vez que comenzaron el trabajo en el lugar, advirtieron de las condiciones pésimas en la que estaba el restaurante. "Las condiciones del lugar eran deplorables: había cucarachas y dejaban la comida en el piso o en tachos", denunció la ex empleada.
Además comentó que la suciedad en el lugar muy evidente. También mostró que afuera del restaurante, en una especie de pasillo, estaba lleno de basura y desorden. Un lugar húmedo muy fácil para la crianza de cucarachas y demás insectos totalmente insalubres.
También mostró las fotos de los tachos en los que dejaban la comida, de manera completamente descuidada. El peligro es aún mayor, teniendo en cuenta la cantidad de mariscos que lleva la comida peruana y la fregilidad de los mismos en términos bromatológicos.
Por su parte, la Municipalidad de La Plata actuó de oficio y clausuró el restaurante tras la denuncia de su ex empleada. El local no contaba con libreta sanitaria, ni ningun otro papel de habilitación.
Por otro lado, Cindy también expresó que el dueño del lugar los explotaba laboralmente a ella y su pareja. Su trabajo constaba en aproximadamente 6 horas por día, y Cindy comentó que "mi pareja pasó de ser bachero a carpintero o plomero, porque como no había movimiento en el local, lo puso a hacer otras cosas". Contó que incluso lo hizo hacer de delivery con 33 grados de temperatura y en su propia bicicleta, que Ronald se las hacía llevar.
Sin embargo, el asunto fue incluso más allá. Cindy declaró que "estalló cuando sacó a mi pareja del local para que le haga la mudanza a un familiar de él". Asimismo, la mujer agregó que "nosotros le explicamos que si lo contrató como bachero, no podía pretender que sea flete, electricista, carpintero y delivery".
Tras insistencias, Ronald contó finalmente cuánto les pagaría por día: 300 pesos el día, es decir, 50 pesos por hora. Por otro lado, también denunció que "además de explotador, también era machista", y precisó que "no me quería pagar mi sueldo a mi, quería dárselo solamente a mi pareja".
