Fue por el festejo que el futbolista de Barcelona realizó al marcar un tanto en la goleada de su equipo ante Osasuna, días después de la muerte del ex técnico de Gimnasia. Lionel, no bien convirtió, se sacó su camiseta y mostró que debajo tenía la casaca de Newell's con la número 10, una réplica de la que usó Diego en su paso por el club rosarino en 1993. Además luego recibiría una amarilla por parte del árbitro Antonio Miguel Mateu Lahoz.
Este miércoles el Comité de Apelación de la RFEF ratificó la sentencia emitida por el Comité de Competición el pasado 2 de diciembre en la que sancionaba al argentino con la amonestación y una multa de 600 euros al jugador por infringir el artículo 91 del código disciplinario y 180 euros más a la institución catalana (por artículo 52).
De esta manera se desestimó el recurso presentado por el club Barcelona, que como se explicó en la sentencia, trató de justificar a Messi con la "excepcionalidad de la situación por tratarse de un homenaje a una leyenda del fútbol, Diego Armando Maradona, tristemente fallecido días antes de la celebración del partido".
