La semana pasada una familia de Berisso denunció que una topadora arrasó con sus casillas y luego incendiaron el lugar.
Rocío, dueña del lugar, pide respuestas a las autoridades locales y aseguró a LAPLATA1.com que desde este lunes irán a la Municipalidad y se quedarán allí a dormir con sus hijos hasta obtener una respuesta sobre lo ocurrido.
La carta completa
Soy Rocío Márquez, tengo 2 años y tres hijos.
Hace unos años sufrí violencia y el Municipio de Berisso me dio una casilla y la instaló en 129 y 82, donde vivían mis hermanos y cuñada.
Hoy el municipio con total impunidad y sin la más mínima sensibilidad pasó las topadoras por nuestras humildes y precarias casas, pero que eran nuestro hogar. Ahí había sueños, había familia, y teníamos nuestras cosas: muebles, camas, cunas, cocina, etc.
Y no le importó. Estaba tan cegado por querer sacarnos de ahí, que no le importó nada.
Acá usted es el patrón, el mandamás. No hay democracia en Berisso: es su empresa y usted manda y apaña y hace eco de otros empresarios como el señor Omar y sus secuaces.
El servicio local de La Franja y la abogada Alejandra Chiodo nos trató como animales cada vez que venía a buscar a mi hermano Ernesto, amenazando que si lo encubríamos iban a ir por todo. Y así lo hicieron.
Mi hermano adolescente está enfermo por adicciones, es analfabeto. La familia y ustedes lo abandonaron y ahora les molesta. Por eso van por todos nosotros?
Yo nunca delinquí. Estoy criando a mis hijos. Pasé sola mi situación de violencia. Mis hijos están bien cuidados.
Fui al servicio local de La Franja y otra vez la insensibilidad de la abogada Chiodo. Me dijo que acá no podemos ayudarte. Fui a decirle estamos con mis hijos, sobrino y mi cuñada embarazada en la calle. Y me dijo que acá no te puedo ayudar.
Espero que ella duerma tranquila. Usted señor intendente. No puede arrasar con todas nuestras pertenencia y no darnos nada. No puede. ¿Y nuestros derechos y los de nuestros hijos? Con su topadora arrasó hasta con nuestros recuerdos.
Usted con esa topadora arrasó con nuestros sueños, nuestros únicos recursos, nuestra única vivienda, y la esperanza de una democracia. Usted nos discriminó por ser pobres y por nuestra historia.
