Tres policías de San Luis fueron procesados con prisión preventiva acusados del abuso sexual agravado de una mujer que se encontraba detenida en una comisaría de la localidad puntana de Villa de La Quebrada, informaron este miércoles fuentes judiciales.
La medida fue dictada por el Juzgado Federal de San Luis, que accedió a lo solicitado por el fiscal subrogante Cristian Rachid.
De acuerdo a lo informado por el Ministerio Público Fiscal (MPF) en su sitio institucional www.fiscales.gob.ar, el hecho ocurrió el 21 de diciembre de 2019, cuando el oficial principal y jefe de servicio de la mencionada seccional del departamento de Belgrano asumió la custodia personal de una mujer detenida allí por hacer circular moneda falsa, quien debía ser retirada por la Policía Federal Argentina (PFA).
De acuerdo al procesamiento, el oficial la tomó del brazo y la condujo hacia una habitación donde la sometió sexualmente, mientras la golpeaba y amenazaba.
Dos auxiliares ingresaron a la sala para alentar al abusador, que rompió la ropa de la víctima y la violó, hasta que la mujer forcejeó y tomó el cinturón donde el policía portaba el arma reglamentaria, lo que motivó que éste volviera a golpearla.
La mujer fue llevada descalza y sin remera hacia una celda, donde al poco tiempo ingresó el agresor y la volvió a someter sexualmente, tras lo cual la trasladaron a otra habitación y el oficial reiteró las amenazas.
La víctima fue encontrada en el piso llorando por una policía de la comisaría, ante lo cual el agresor le dijo que se trataba de “un caso federal” y luego la entregó a los efectivos de la PFA que arribaron a la comisaría para hacerse cargo de la detenida.
Entre las pruebas recolectadas en el expediente se encuentran las actas policiales confeccionadas que dieron cuenta de cómo fue recibida la mujer en la seccional, el resultado de una pericia psicológica y el reconocimiento fotográfico que la víctima realizó de los acusados.
El oficial principal fue procesado con prisión preventiva por el delito de abuso sexual de una persona mediando violencia, amenaza y abuso coactivo de la relación de poder, con acceso carnal.
Por su parte, los dos auxiliares fueron procesados como partícipes necesarios, y para el fiscal Rachid, “lejos de cumplir con su obligación legal de intervenir en salvaguarda de la víctima de un grave delito en pleno curso de ejecución, ambos agentes alentaron con la palabra y con hechos al autor para que continuara con el abuso e incluso aseguraron el contexto para que se perpetrara”.