Este lunes, El gran premio de la cocina cerró su décima temporada consagrando a Julián Bermúdez como su nuevo campeón. El joven chef superó a Nicolás Canzani en una prueba consistente en presentar tres platos de menú de autor.
Julián demostró su superioridad desde el inicio del certamen y en alguna ocasión el chef Christian Petersen le llamó la atención por su excesiva autoestima. "Me gusta mucho cuando un concursante se siente ganador, pero de ahí a declarar 'les gano fácil a todos...'. Es medio audaz", le dijo.
Sin embargo, el participante arrastraba también una historia de superación tal como le contó a Carina Zampini el día en que reveló que llegó a pesar 148 kilogramos. "El bullying fue la palabra que marcaba todos los días en mi infancia. Hoy no tengo rastros de que haya pasado eso", explicó en esa ocasión.
Sin embargo, también reconoció que esa etapa de su vida dejó huellas en él, al punto de que en ciertas ocasiones sus compañeros lo percibieron como “muy frío”. "Hoy, de grande, soy mucho más reacio a esas cosas. Entonces, tal vez, el de afuera me ve como altanero, pero en realidad es un escudo para mantenerme bien”, se sinceró.
Tras consagrase vencedor, Julián pudo hablar por videollamada con su familia, antes de recibir el cheque por 400 mil pesos que le corresponde al ganador del certamen. “Esto muestra que se puede”, les dijo a sus hermanos menores con el galardón en la mano.
“Te juro que era lo que quería. Era mostarle a ellos (sus hermanos) que están más o menos en la misma situación que yo estaba de chico. Así que mostrarles a ellos que no importa lo que haya pasado, importa lo que hagan. Los quiero mucho”, cerró el participante.




