La policía de San Miguel de Tucumán encontró el cuerpo de Brian Ezequiel Galván, el nene de tres años que estaba desaparecido desde el domingo. Brian había sido visto por última vez a menos de 10 kilómetros de la capital.
Se lo divisó días atrás en el barrio La Milagrosa, en Banda del Río Salí,. Había ido en su bicicleta a solo dos casas de la suya a jugar con un amiguito. Pero la familia vecina debía salir y el niño se quedó cerca de allí.
El lugar del hallazgo está cerca del Puente de los Bulacios, en un banco de arena, en un remanso del rio Salí: a 31 kilómetros de la zona en la que los perros marcaron el último rastro.
La familia ya se encuentra en el lugar y reconoció la ropa del nene. El cuerpo quedó irreconocible y aún falta que se realicen la autopsia y pruebas de ADN. Su bicicleta, de color azul, fue hallada a pocos metros del cauce del río Salí, donde sus huellas marcaron el último rastro que se conoce de él.
La principal hipótesis que manejaban los investigadores es que el nene podía haber caído al agua, aunque no descartaban que haya sido víctima de un secuestro o una venganza.
Tras su desaparición, las autoridades montaron un operativo por cielo, tierra y agua que incluyó más de 100 personas y los perros especializados en búsquedas.
Según contó el miércoles su tía María Galván al periodista José Inesta de TN.com.ar, el nene “le tenía miedo al río” por lo que creen que “no pudo haber ido solo ahí”. La mujer destacó además que el nene es “muy obediente” y que nunca salía ni iba a ningún lado “sin pedir permiso”.
