Los principales dirigentes opositores prescinden de la economía para criticar al Gobierno. Pasaron varios índices negativos de inflación (desde noviembre situada en torno al 4%), y prácticamente no hubo mención de este tema desde Juntos por el Cambio.
Solamente existe un grupo de economistas vinculados a Juntos por el Cambio (no todos integrantes orgánicos) que elaboran una crítica económica sobre la realidad actual en las redes sociales: Lucas Llach, Luciano Cohan, Hernán Lacunza o Pablo Gerchonoff. Pero lejos están de aparecer en medios de comunicación o llegar a un público masivo. Más bien son críticas de “cuentapropistas”. No es el discurso orgánico de Juntos por el Cambio.
De hecho, hay todavía terremotos conceptuales no resueltos. Pasó con el aumento de los cumbustibles: esta ala “economicista” o “cuentapropista” cercana a Juntos por el Cambio viene respaldando la decisión del Poder Ejecutivo de convalidar subas de naftas para que el costo no quede atrasado dado el incremento del precio internacional del crudo. Por el contrario, el ala “formal” o “política” de Juntos por el Cambio se burla de estas subas sin explicar qué harían en su lugar.
Otro punto de discordia es el Impuesto a las Ganancias. El ala economicista pidió no avalar los cambios impulsados por Sergio Massa y recordó que este tributo es el menos regresivo de todos. El ala política, sin embargo, planea “radicalizar” aún más el proyecto del líder del Frente Renovador. Son visiones totalmente contrapuestas dentro de Juntos por el Cambio. Inclusive el propio Federico Pinedo se despegó del proyecto alterno que baraja Juntos por el Cambio en Diputados.
El impuesto a las ganancias es el mejor impuesto y hay que eliminar ingresos brutos. Votamos eso en el pacto fiscal 2017, ahora suspendido. https://t.co/581XISxuXZ
— Federico Pinedo (@PinedoFederico) February 16, 2021
Sobre el tema tarifario también hay un silencio ensordecedor de la oposición. ¿Convalidarán el aumento que exista de las facturas a partir (posiblemente) de abril (para evitar que siga creciendo la bola de subsidios) o se mofarán del Gobierno livianamente en las redes sociales?
No son asuntos menores. Juntos por el Cambio tiene que reelaborar su discurso económico tras el duro traspié del 2018 y 2019. Puertas adentro todavía no hay consenso sobre las verdaderas razones del fracaso. Macri cree que fracasó porque fue demasiado gradualista en lo fiscal y eso ocasionó la pérdida de confianza de los inversores a partir del 2018. Otros, al revés, entienden que fue suicida la velocidad de los ajustes, fundamentalmente de las tarifas en el 2016.
El único concepto económico que aporta Juntos por el Cambio actualmente es la necesidad de bajar impuestos. El problema es que luego no profundizan cómo harían para reducir el gasto público y evitar que suba el déficit fiscal.
Entre el 2011 y el 2015 había pasado algo similar. La oposición de aquel momento se concentró en los temas judiciales, institucionales o políticos del gobierno de Cristina Kirchner y no elaboró una crítica económica consistente. Pero al menos en aquel periodo tenían economistas con un mayor vuelo mediático: Carlos Melconián, Alfonso Prat Gay, Federico Sturzenegger, Rogelio Frigerio o Miguel Braun. Hoy ese campo está completamente vacío.
