El martes terminó con mucha tensión en Altos de San Lorenzo. Todo comenzó cuando los vecinos empezaron a advertir mucho olor a gas.
Provenía de la estación de servicio de 22 y 72: desde una torre se despedía por el aire una llamarada pero no de fuego, sino de una sustancia que además de un inédito ruido, expulsaba un fuerte olor tóxico.
Los grupos de WhatsApp de esa zona se revolucionaron y uno de los vecinos contó que fue directamente a la estación para “encarar” al dueño de la estación de servicio.
“Encaré al flaco que está a cargo, que ni siquiera es el playero, y le dije que el olor a gas llegaba hasta 24 y 75, por lo menos seis cuadras a la redonda. Me dijo que era un purgue de los tanques", reveló a uno de los grupos.
"No había nadie trabajando, casi me termino peleando, faltó muy poco, no quise llegar a mayores, me mintió en la cara", completó.
Los vecinos desconfían de las medidas de seguridad que implementa esta estación: "Nos están mintiendo a todos en la cara. Lo cierto es que la estación de servicio de 22 y 72 es una bomba, hay algo que está fallando y si la vuelven a abrir puede explotar todo”.
