Carlos Salvador Bilardo se convirtió en una de las máximas figuras dentro del club Estudiantes de La Plata. Su vínculo comenzó en 1965, cuando llegó desde San Lorenzo para convertirse en uno más dentro del equipo pincharrata.
Con el Pincha ganó el Campeonato Metropolitano 1967; tres Copas Libertadores de América en los años 1968, 1969 y 1970 y la Copa Interamericana 1969, pero el logro más grande llegaría con el campeonato del mundo.
Tanto fue el éxito de aquel grupo, que en el 68' se consagró junto a sus compañeros por ganar la Copa Intercontinental luego de medirse contra el Manchester United. Aquella hazaña les valió el nombre de "héroes de Old Trafford", encabezado nada más y nada menos que por el mismísimo Osvaldo Zubeldía.
Finalmente se retiró en 1970, pero su lazo con Estudiantes nunca se rompió. En el '71 asumió como DT del Pincha y lo salvó del descenso. Luego se fue a otros clubes, pero en el '82 volvió para ganar el Campeonato Metropolitano. Esto le valió el título de DT de la Selección Argentina.
Dirigir al equipo que quería ganar la Copa del Mundo no fue fácil si se tenía en cuenta la gran cantidad de críticas que recibió por parte del periodismo. Pero Bilardo siguió con su típica idea de juego, y puso como capitán a Diego Armando Maradona, que se proclamó como el mejor jugador del mundo de la mano del título que obtuvieron.
Ese momento fue clave. Los jugadores vieron en Carlos a un padre y un mentor, y quedó demostrado con el correr de los años. Fue Diego el que, en el 2020, saludó de manera muy afectuosa a Bilardo. "Me tapaste en la final de Italia 90, para que las cámaras no me mostraran llorando. Muchas gracias Carlos", reconocía por aquel momento.
Las circunstancias de la vida y el deterioro en su estado de salud, hicieron que el Doctor se viera alejado de las malas noticias. Es por es que aún no se enteró de la muerte del Diego, del Tata Brown y de Alejandro Sabella, ex DT de Estudiantes y una figura que acompañaba y bancaba a Bilardo.
Pese a las adversidades, sus seres queridos siempre se quedaron al lado suyo y le expresaron su cariño. Tal es el caso de Oscar Ruggeri, uno de sus dirigidos y a quien él siempre quiso como a un hijo.
Los hinchas de Estudiantes no se quedaron atrás. Infinitas son las muestras de amor hacia el Doctor, que relegó su carrera de ginecólogo para dedicarse al club de sus amores, adoptó hijos de selección y tuvo la compañía de Gloria, su esposa, en cada momento de su vida.
Carlos Bilardo, un ídolo para el mundo Pincha y para muchos otros, un ícono que llevó su nombre a la escuela que aún hoy se replica en algunos técnicos y jugadores y que tanto le ha dado a su querido Estudiantes de La Plata.
