El primer ministro de India, Narendra Modi, alertó que el país se enfrenta a una nueva ola de contagios de coronavirus, por lo que pidió tomar medidas "rápidas y decisivas pronto" para frenarla.
En una reunión con distintas autoridades del país para abordar el incremento de casos, Modi detalló que en los estados de Maharashtra y Madhya Pradesh las tasas de positividad se están incrementando "repentinamente" y especificó que en 70 distritos del país, el tercero más golpeado por la pandemia en número de casos, los contagios aumentaron más de un 150%.
Las tendencias de infección en al menos ocho estados muestran que se encuentran en una nueva ola de infecciones.
A excepción de Kerala, Odisha y Bihar, casi todas las regiones están mostrando un aumento en su brote, según el rastreador de métricas Covid-19 de India de la Universidad de Michigan
Desde un mínimo de aproximadamente 11.000 casos por día en la segunda semana de febrero en toda la India, ahora hay aproximadamente 23.500 en promedio (durante los últimos siete días), y las tendencias amenazan con erosionar rápidamente la ventaja de India de iniciar su programa de vacunación mientras el brote estaba en gran parte bajo control.
"Si no paramos la segunda ola rápido, nos enfrentaremos a problemas", advirtió Modi en declaraciones recogidas por el diario loca Hindustan Times.
Las autoridades sanitarias indias informaron que el país de más de 1.380 millones de habitantes, supera los 11,4 millones contagios
El Gobierno emitió una directiva detallada a estados como Maharashtra para frenar el ciclo de transmisión e intensificar la vigilancia de enfermedades mediante pruebas y rastreo efectivos para identificar casos, al tiempo que se pidió a los estados que registraron un aumento ampliar rápidamente su cobertura de vacunación.
Modi también criticó a algunas administraciones locales por no ser "muy estrictas" al asegurar que la población utiliza los tapabocas.
El lunes, el Gobierno de la Unión se apresuró a llevar un equipo de expertos de tres miembros a Haridwar, Uttarakhand, donde advirtieron que la falta de restricciones sobre cuántas personas pueden reunirse para darse un chapuzón en el río amenaza con convertir el evento religioso en un súper esparcidor de Covid-19.
