El presidente Alberto Fernández pretende que el turismo al exterior se reduzca lo máximo posible. Y para evitar quejas y protestas de quienes siguen viajando con esa finalidad aun en medio de la pandemia instruyó al ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, para que confeccione un organigrama detallado de los vuelos programados desde y hacia la Argentina durante los próximos meses. Así, cada persona podrá saber cuándo viajará y tendrá claro cuándo regresará al país. Estableciendo mayores controles y con estas precisiones estiman fuentes oficiales que la gente se animará a viajar menos.
Este pedido presidencial que también involucrará el ministro de Transporte, Mario Meoni, está íntimamente ligado con la restricción de vuelos internacionales y el cierre de las fronteras terrestres que se dispuso en las últimas semanas cuando la situación sanitaria de varios países respecto de los contagios de coronavirus empeoró significativamente. El jefe de Estado quiere saber con precisión cuánta gente saldrá y cuánta gente regresará para que nadie después presione al Ejecutivo con reclamos sobre una eventual repatriación. Se intenta que cada pasajero asuma la responsabilidad de lo que le pase.
Una de las primeras medidas que se habían tomado fue la suspensión de vuelos con destino a Brasil, Chile y México, tres de los países con una situación cada vez más complicada por la pandemia de COVID-19. Luego la cantidad de aviones que podían operar diariamente en Ezeiza se limitó a 7 servicios diarios. Y la última disposición al respecto se adoptó en la última semana cuando se dispuso que solamente sean 4 los vuelos autorizados a arribar por día.
Por vía aérea solo se puede ingresar por los aeropuertos de Ezeiza y San Fernando y por vía marítima mediante los servicios de Buquebús que parten desde Uruguay con una sola frecuencia diaria.