Sin barbijos y sin distanciamiento social, al menos 5.000 personas se reunieron la noche del sábado en un concierto de música en la norteña ciudad inglesa de Liverpool como parte de un programa piloto para investigar el riesgo de transmisión del coronavirus y la efectividad de medidas como la ventilación y los testeos previos.
El concierto, encabezado por la banda Blossoms de Stockport, fue parte del Programa de Investigación de Eventos (ERP por sus siglas en inglés) del Gobierno británico y se realizó en el Sefton Park de Liverpool con el objetivo de verificar cómo hacer que las multitudes regresen de manera segura a los eventos masivos.
El ERP es una serie de pruebas que incluye dos noches en un club en Liverpool y también en un cine.
Los asistentes tuvieron que presentar tests de coronavirus realizados antes de ingresar al evento, y no tuvieron que usar cubiertas faciales o seguir las reglas de distanciamiento social.
Según los medios de comunicación británicos, fotos del concierto mostraron a las personas abrazándose y bailando, mientras que algunos hasta se subieron a los hombros de sus amigos.
Todos tuvieron que hacerse un test de flujo lateral supervisado en uno de los cuatro centros de testeos de la ciudad el día anterior y solo se les permitió ingresar si el resultado era negativo.
También se les instó a que realizaran pruebas de PCR más sensibles el día del espectáculo y que volvieran a hacerlo cinco días después, el viernes, lo que permitirá determinar si hubo propagación del virus.




