El ex delantero del Gimnasia estuvo en el programa de Alejandro Fantino por ESPN y más allá de analizar la derrota que Boca sufrió ayer por Copa Libertadores y de repasar su carrera futbolística, hubo un tema que eclispó a los televidentes: su paso como jugador de Nápoli. Además brindó detalles de su llegada al club del sur de Italia. "Estaba por jugar la Copa UEFA con el Udinese en la Serie A. El director general del club, Pablo Marino, va al Nápoli y al primer jugador que lleva es a mí. Yo no quería jugar en la C, no por el Nápoli, si no porque estaba por jugar Serie A. Trata de convencerme desde el punto de vista económico y me dice ‘Vamos a jugar en Serie A con el Nápoli’. Quedate tranquilo que vamos a volver. Vas a ser el rey de Nápoli’. Entonces le digo ‘vamos a hacer una cosa –aclara en la entrevista que en la Serie C la numeración va del 1 al 11 y que solo está disponible ahí porque en la B y la A está retirado por Maradona-: yo quiero ser el último jugador en la serie C que se ponga ese número (por el 10)'. Me dio la mano, el también era napolitano, y no necesitábamos firmar un contrato."
El campeonato transcurrió y la institución del Sur de Italia logró el objetivo de subir de categoría y ahí fue cuando Roberto Sosa recordó el acuerdo con el director deportivo. "Cuando llegó ese último partido, ya estábamos ascendidos. Entonces yo esa semana fui y le dije al técnico ‘mire que yo…’. ‘Y vamos a ver, depende del rival’, me decía. Ese año la usó un brasilero, un italiano, un uruguayo… pero el último que usó la número 10 fui yo" afirmó con mucho orgullo en ESPN el ex delantero de Gimnasia. Y como si a esta maravillosa historia le faltase algo más, el "Pampa" contó un capítulo muy emotivo. "Jugábamos con el Frosinone. Jugué de titular, empatamos 1-1 e hice un gol maradoneano por arriba del arquero. En mi carrera jamás hice uno así. El arquero salió mal, volviendo, la tiré por arriba. Es el número, son los colores y la ciudad que me ayudaron. Me empujaron sabiendo que era la última vez que se iba a usar ese número en la cancha de Nápoli, hoy Diego Armando Maradona. En mi carrera era imposible un gol así. Mis goles fueron todos feos: adentro del área, de cabeza, aguantándolo con el defensor que te pega, luchando… Nunca un gol fácil hice" concluyó casi al borde de las lágrimas en la señal deportiva.
Por último contó como fue su reencuentro en el predio de Abasto con el mejor jugador del mundo, hace un par de meses atrás, cuando Maradona era el entrenador de Gimnasia y Sosa lo visitó en un entrenamiento. "Esta historia romantica la cerré en Estancia Chica haciéndole firmar la camiseta (la ultima en la serie C) a Diego. Cada abrazo tiene una historia –se vuelve a emocionar- y creo que Diego fue el mejor abrazador del mundo. Era como abrazar a tu viejo, a tu hijo” cerró el ex delantero en ESPN.
