En un año movido por las elecciones legislativas, La Plata no es la excepción. Y en las últimas semanas se acentúa la fuga de diversos sectores desde el espacio de Julio Garro hacia el de Victoria Tolosa Paz en los barrios de la periferia.
No es un fenómeno nuevo: desde hace dos años el actual intendente platense abandonó la estructura que había edificado en distintas localidades.
Solamente se sostiene en Villa Elvira a partir del trabajo realizado por Darío Alfano, Secretario General del Sindicato de Trabajadores Municipales; Luis Barbier, Secretario de Obras y Servicios Públicos; y Federico Molla, actual concejal y ex delegado de esa localidad.
Pero en el resto de los barrios el municipio se ha desligado de las distintas problemáticas. Y crece la esperanza de un triunfo de Victoria Tolosa Paz en el 2023, quien tiene una penetración social muy fuerte a partir de su cargo como Presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales.
Allí también cobra un rol muy importante Javier García, ex vicepresidente del Concejo Deliberante y que articula con distintos sectores empresariales, económicos y sociales en los distintos barrios de la ciudad.
La fuga es muy pronunciada: Garro se va quedando sin apoyo y encima esas “pérdidas” son capitalizadas directamente por Victoria Tolosa Paz, su escollo ineludible en el 2023.
Basurales, falta de bacheo y ausencia de asistencia municipal a los comedores son los problemas más recurrentes en los barrios de La Plata. El único funcionario con vocación de resolver estos reclamos es Marcelo “Chuby” Leguizamón, pero actualmente no cuenta con una estructura económica como antes. El “Chuby” ahora es Secretario de Gobierno y antes ocupaba la Secretaría de Espacios Públicos, el área con mayor presupuesto de toda la Comuna.
El poder y la “estructura” actualmente giró hacia el espacio de Julieta Quintero (Secretaria de Desarrollo de la Comunidad) y Romina Cayón (concejal), dos jóvenes bajo el ala de Fernando Ponce. A pesar de que llenan sus redes sociales con “encuentros vecinales”, lo cierto es que la verdadera inserción barrial es muy limitada. Desde la propia órbita de Juntos por el Cambio a nivel local reconocen que esas reuniones vecinales “no suman votos” ya que se efectúan con personas que ya tienen simpatía con el oficialismo platense.
Con ese nivel de inserción barrial, las posibilidades de mantenerse en pie en la periferia platense parecen muy escasas. Votos difíciles de recuperar.
