Fue una de las noches más inolvidables de su carrera, sin ninguna duda. Aquel 12 de mayo de 1996 un joven Carlos Bossio se vestía de héroe y escribía un nuevo capítulo en el fútbol argentino: el primer gol marcado por un arquero con la cabeza. Momento que quedó y quedará grabado en la memoria de los hinchas de Estudiantes y también imborrable para los hinchas de Racing, rival de esa noche del Pincha.
El León del Profe Córdoba llegaba al partido contra la Academia como puntero del Clausura 96, con 19 puntos y debía ganar para continuar su sueño de volver a ser campeón del fútbol argentino. Pero esa noche parecía imposible, en un partido chato, Racing ganaba 1-0 con gol del Lagarto Fleita y el sueño se esfumaba.
Cuando faltaban unos minutos para el final, Bossio decidió abandonar su propia área y se mandó a la defendida por Nacho González y en el corner, se elevó solo y más alto que todos sacando un cabezazo imparable para el arquero del equipo de Avellaneda.
"Pompei decía 'agárrenlo al grandote' pero estaban todos con marca y nadie me agarró a mí. Salté solo y cuando vi que la pelota entraba no lo podía creer", contó el cordobés tiempo más tarde.
