La Provincia de Buenos Aires avanza con un histórico proyecto para descentralizar el funcionamiento administrativo y lograr una “identidad bonaerense” en todos los rincones del territorio. Pero insólitamente, en las últimas horas, recibió criticas por parte de dos dirigentes políticos del interior, y también de un diputado platense.
Se trata del proyecto “Casas de la Provincia”. Habrá en total 134 (una en cada municipio con excepción de La Plata). Estos establecimientos tendrán como objetivo primario optimizar recursos, mejorar la calidad de atención del personal estatal y crear una identidad provincial. Entre los beneficios figuran: mejoras en las condiciones laborales para los trabajadores estatales, atención personalizada y sistema de ‘ventanilla única’, articulación gubernamental entre Provincia y municipios, edificios flexibles adaptables a las necesidades de cada distrito y optimización de espacios y tiempos.
¿Pero quiénes son los tres dirigentes que se oponen a mejorar la situación de los vecinos del interior bonaerense? Son la triple “B”: Anahí Bilbao, Sergio Buil y Guillermo Bardón.
Bilbao es diputada provincial por la sexta sección electoral y oriunda de Laprida. Sergio Buil, por su parte, fue intendente de Rivadavia y también diputado nacional. Finalmente, Guillermo Bardón, es diputado bonaerense por la Octava Sección. Todos, desde ya, forman parte de Juntos por el Cambio.

Y salieron como loros con el mismo “speach”: “Cada casa costará entre 140 millones y 190 millones, gasto totalmente superfluo en tiempos de todo tipo de dificultades”, dijo Bilbao. Y algo similar señaló Bardón: “El gobierno provincial va a gastar 60 mil millones de pesos en construir ‘mini gobernaciones’ en 134 distritos. Con la crisis sanitaria y económica que estamos atravesando, es un disparate. Con esa plata se podrían construir, por ejemplo, 8 hospitales”.
Allí hay para hacer varias observaciones. En primer lugar, en la actualidad las diferentes oficinas bonaerenses en los distritos están distribuidas en diversas locaciones por las que la Provincia paga un alquiler. De esta manera, a partir de esta iniciativa, se podría terminar con contratos costosos que generan una pérdida mensual. Por lo tanto, el argumento “fiscalista” no pareciera tener mucha cuerda.

Pero otro punto aún más importante: estas Casas de la Provincia ya estaban contempladas en el presupuesto. De hecho es una iniciativa que Kicillof tenía ya desde antes de la pandemia. Y, como se sabe, un presupuesto implica gastos en diferentes áreas.
Otro elemento muy llamativo: Bilbao, Buil y Bardón reclaman que ese dinero debería destinarse a hospitales, un área desfinanciada por Cambiemos entre el 2015 y el 2019. Fue justamente en el 2020 cuando se incrementó fuertemente la inversión en las instituciones médicas, fundamentalmente con la incorporación de nuevas camas de terapia intensiva que permitieron que no colapse el sistema sanitario en medio de una pandemia.

Para tener una noción del quiebre: en marzo de 2020 había 422 camas de terapia intensiva en hospitales provinciales, mientras que en mayo ya existían 976. En solo dos meses se duplicó.
La propia Vidal se ufanaba de decir que en su gestión no se iban a construir nuevos hospitales. Evidentemente no se ponen de acuerdo con el discurso público.
Con las “Casas de la Provincia” se apunta a promover y difundir los aspectos relativos a la economía, cultura, comercio, industria, ganadería, ciencia, historias provinciales y turismo de la Provincia, como así también orientar y asesorar al ciudadano en materia de gestión de los diferentes trámites administrativos que prestan las delegaciones ministeriales.
Es una instancia clave para el ciudadano del interior, que se ahorrará viajes innecesarios a La Plata. Pero no para la “Triple B”, que quiere ciudadanos de primera (quienes vivan cerca de La Plata) y ciudadanos de segunda (el resto del territorio bonaerense).



