Luego de que Axel Kicillof mencionara: "Vinimos a gobernar la Provincia de Buenos Aires, no a usarla de trampolín para otra cosa", rápidamente se lo vinculó a la famosa "maldición de los gobernadores", que ronda en el mundo político y se escucha bastante en la ciudad por un motivo particular.
Es que, según dicen, el 19 de noviembre de 1882, día fundacional de La Plata, las cosas no salieron como esperaban y los invitados al gran banquete que se había organizado, quedaron disconformes con la jornada vivida.
Detrás de aquel desastre, muchos apuntaron a los partidarios del entonces Presidente Julio Argentino Roca, para que su contrincante y fundador de la ciudad, Dardo Rocha, no pueda escalar de gobernador a máximo mandatario, como era su idea.
La maldición se habría desatado nada más y nada menos por una "bruja de Tolosa", a quien fueron a buscar para que utilizara sus conocimientos e impedir el avance de Rocha en la política nacional y que no pueda ingresar a la Casa Rosada.
"La Tolosana" realizó un rito en Plaza Moreno, más precisamente en la bóveda subterránea donde habían depositado diversas cosas para ser abiertas cuando se cumpliese el centenario. Allí dio tres vueltas alrededor en el sentido contrario a las agujas del reloj, tomó vino que había sido guardado en el lugar y hasta orinó.
Luego, la historia quedó marcada. Dardo Rocha nunca pudo alcanzar la presidencia. Lo mismo ocurrió con Guillermo Udaondo, Bernardo de Irigoyen, el conservador Marcelino Ugarte, José Camilo Crotto, gobernador entre 1918 y 1921, Manuel Fresco, Rodolfo Moreno, Domingo Mercante, Oscar Alende, gobernador durante la gestión de Arturo Frondizi, Antonio Cafiero, Eduardo Duhalde y Daniel Scioli.
¿Se romperá el maleficio en algún momento?
