Cinthia y su pareja vivieron una pesadilla en La Plata. Le alquilaron una propiedad a Claudia Albarellos en mayo y sufrieron amenazas, y un engaño que hasta el día de hoy padecen.
“Al principio parecía buena gente, nos agradeció por alquilarle el departamento ya que debía una suma importante de luz y se la iban a cortar. Comenzó a venir todos los días a mi casa siempre con una excusa distinta, y ya nos empezamos a sentir invadidos. Invitamos a unos amigos que vinieron a conocer la casa y ella se sentó a participar como una invitada más; al día siguiente le comunicamos que no nos sentíamos cómodos con que participe cuando viene gente, y dijo que no volvía a pasar”, relató la mujer en diálogo con LAPLATA1.com.
Y amplió: seguía a toda hora golpeándome la puerta, la ventana y se aparecía de la nada cuando mi hijo dormía. Me molestaba, trataba de atenderla rápido así se iba, yo curso por zoom, soy estudiante de psicología social y parecía que calculaba la hora y venía a golpear. Otro día nos cortaron la luz, fui a decirle que no había, y dijo que ella había pagado, llamamos a Edelap y debía dos boletas, solo pagó la última, por eso procedieron a un corte”.
“Por otro lado mandaba día por medio mensajes y audios (alcoholizada) gritándome sobre la luz, que teníamos que pagar $1500 pesos cuando viniera la boleta. Yo trataba de apaciguar siempre todo. Hasta que un día mi hijo dormía, y vino de mala manera alcoholizada, golpeó fuerte, y me pidió que deje de prender la estufa eléctrica porque iba a venir mucho de luz”.
“En otro episodio, vino a gritarle a mi pareja como queriéndole pegar; nosotros queríamos hacer algo divisorio así no pasaba a molestarnos. Yo cursaba por zoom y vino a las dos horas alcoholizada, diciendo que no quería hablar conmigo, la cosa era con mi marido, le gritó que y lo insultó, le dijo barbaridades, y yo con mi bebé en brazos; quiso pegarle a mi pareja por la ventana, vino el marido y se la llevo arrastrando”, agregó.
Cinthia y su marido perdieron mucho dinero por esta mujer y actualmente, más personas siguen cayendo en manos de ella. “No queremos que le pase a nadie más”, cerró la joven damnificada.
