Roberto Acuña es un vecino que hace un mes compró artículos deportivos en el local de Otero Deportes de 137 y 62. De el comercio se llevó un par de botines y una pelota de fútbol por el precio de 12 mil pesos, a pagar en cuotas por un crédito que le generaron.
Con la primera cuota paga, asistió a los entrenamientos que él brinda y luego de sólo minutos de usada la pelota se le desinfló y no pudo utilizarla. Llevó la queja al local, donde le dijeron que "se la llevarían a arreglar". "Cuando compré las cosas pregunté y me aseguraron que tenían garantía, por eso no me interesa que me la lleven a arreglar, que me den una nueva. Tiene rota la válvula y eso no se repara", explicó el hombre a LAPLATA1.com.
En sólo cuestión de días, Roberto probó los botines que también compró y en un par de jugadas, las costuras cedieron y el calzado también le quedó inutilizable. "Son de una buena marca, yo no lo podía creer, ya me parecía un chiste que todo se me rompa. Fui al local de vuelta, y se hicieron los boludos, no me quisieron cambiar el par", explicó.

Cansado de no tener respuestas, Roberto acudió a defensa al consumidor para denunciar el hecho, y desde la entidad reguladora le pidieron la razón social para proceder el trámite. "Fui hasta el local, y no me quisieron dar nada, me trataron altaneramente y me negaron la razón social que necesito para radicar la queja. Ahora tengo que encarar un crédito por 12 mil pesos por nada, no me quedé con nada", disparó.
Por último, el vecino indica que busca poder solucionar este problema y aseguró que "En 45 años que llevo jugando al fútbol jamás me pasó".




