Del boom del 2002 a la pandemia, los cibers de La Plata en una montaña rusa: "Tenía 45 máquinas en el 2008, y hoy solo 3"

Sociedad 02/07/2021 . Hora: 09:53

Los cibers de La Plata tuvieron su momento de auge entre el 2002 y el 2008, y hoy atraviesan un momento de readaptación total: por lo tecnológico y por la pandemia. Muchas no pudieron sobrevivir.

LAPLATA1.com dialogó con el encargado de “Locutorio-Ciber 8”, ubicado en 8 entre 51 y 53. Está allí desde el 2001 y vivió desde aque año una verdadera montaña rusa.

“La historia comienza en el año 2001, en plena catástrofe económica argentina, de esas que solemos repetir cada 10 años por distintas circunstancias. En ese momento tenía una Vinería que se llamaba El Partenón. Me fundí y decidí cambiar radicalmente y volcarme a la tecnología”, arranca su relato.

Y agrega: “Comenzamos a armar un locutorio y ciber ya que recién comenzaba a existir el internet banda ancha. Salíamos del Dial up. Recuerdo que mi primer internet fue por aire, aún tengo colocado los indicativos de 'internet por aire', algo que siempre me quedó grabado”.

Comenzó con 7 cabinas telefónicas y 3 computadoras: “La gente hacia cola, así que poco a poco pasé de las 3 máquinas que tenía a las 45. Había infinidad de negocios a mi alrededor que también tenían cibers. Todos trabajábamos. Había llegado la época del Counter Strike, de los mejores juegos que existieron para esa fecha”.

El negocio se amplió y también comenzaron a armar máquinas y vender. Pero poco a poco el globo se fue desinflando. Varios locales que estaban a su alrededor cerraron.

“Fui viendo como algunos comenzaban a desaparecer a medida que la banda ancha fue incorporándose a los hogares. Luego, para el año 2009, se vino la primer pandemia que me tocó vivir como trabajador: la Gripe A. Me destrozó el negocio, no entraba nadie, pero como venía de una época de bonanza pude aguantar esos 6 malditos meses de agonía”, rememora.

Y agrega: “Recuerdo perfectamente que también para esa época comenzó la gente a comprar celulares con internet y allí llegó el comienzo del final del 99% de los cibercafés. Poco a poco fueron cerrando todos los que tenía a mí alrededor. Tuvimos que ir transformándonos en otra cosa, manteniendo el ciber como anexo a la actividad que fuimos incorporando. En mi caso coloqué un kiosco como para poder afrontar los costos laborales que iban subiendo año a año”.

Pero como si esta montaña rusa no fuera suficiente, en el 2020 llegó una nueva pandemia. Cerró el negocio un mes, pero luego lo abrió. “No podía aguantar ni un día más. Las cabinas aun las mantengo cerradas y no sé todavía que voy a hacer con ellas. De las 15 computadoras que tenía al comienzo de la pandemia, solo tengo 3 funcionando”.

¿Cómo es el trabajo en la actualidad? “Ahora solo ayudamos a alguna persona mayor o sin conocimientos de internet a realizar algún trámite o sacar algún turno”, explica.

También hacen impresiones. “Particularmente aquí en el negocio estamos incorporándonos a la impresión 3D y a la venta a todo el país a través de las redes con un producto novedoso. La página se llama Luna Del Himalaya. Es nuevamente intentar reinventarnos para seguir manteniendo la fuente laboral para mí y para la gente que me acompaña hace muchos años”.

“La situación es extrema, esperemos poder subsistir a esta catástrofe nuevamente. Creo que uno de los motivos por los que aún estoy en carrera es porque siempre trabajé con gente comprometida con el trabajo que hacían. Gracias a ellos que fueron siempre amigos y compañeros en el ámbito laboral, estamos aún abiertos”, completa.