Un hombre de la ciudad de La Plata está viviendo una odisea que no se le desea a nadie. Convive con HIV, tiene que tomar una medicación pero para eso necesita estudios que lo avalen. Sin embargo, luego de pelear con la obra social, surgió un nuevo problema.
El joven tenía turno a las 19 horas en el ICM de City Bell, pero cuando llegó se encontró con que el lugar estaba cerrado: "Nadie me avisó. Yo tenía el turno desde hacía un mes, pero llegué y me encontré con que estaba cerrado por problemas económicos".
El problema es que, sin los estudios que debe hacerse, no le brindan la medicación, que para él es vital. "Si no hubiese sido por el Ministerio, no la hubiera tenido, y ahora voy a tener que pedirles nuevamente", explicó.

Los turnos los dan muy espaciados. Demasiado teniendo en cuenta la condición de los pacientes que los necesitan, y sumándole las vueltas que les dan desde las obras sociales y las clínicas, las pastillas se transforman es inadquiribles.
Como si fuera poco y en medio de una pandemia, el joven tuvo que recorrer hospitales para que le den una respuesta, hasta que desde OSECAC le explicaron que le brindarán turno con un médico.
La odisea de los jóvenes con VIH en la ciudad de La Plata parece no terminar jamás, pese a los escasos intentos de ayudarlos que sólo viene del lado de unos pocos.





