Su nombre es Mariano Martínez, tiene 39 años y hace 4 años se la jugó, pateó el tablero y se instaló en La Plata junto a su actual esposa. Sin un futuro asegurado, se la rebuscó como albañil y luego de la crisis, decidió dedicar su vida a salir con su bici por Villa Elvira a vender donas, bolitas y churros. Hoy, cuenta su historia en LAPLATA1.com.
Oriundo de Brandsen, Mariano trabajaba allí en una curtiembre local, pero sus constantes lesiones y problemas físicos llevaron a la empresa a despedirlo por considerar que "ya no les servía más". En ese momento, Martínez viajaba constantemente a La Plata a visitar a su pareja, y una vez sin empleo, decidió cambiar la tranquilidad de su ciudad natal para vivir en la ciudad de las diagonales junto a ella.
"Me vine sin nada, mi señora ya tenía a sus nenes de otra pareja. Por suerte al poco tiempo me ofrecieron laburo como albañil y empecé a hacerme mis primeros pesos. Lamentablemente al poco tiempo vino la crisis del gobierno de Macri, todo se complicó y fue ahí donde se me ocurrió la idea de salir a vender", comenzaba a relatar su historia Mariano.
Hoy en día, Martínez y su esposa deben criar y alimentar a 9 hijos, y para ello dejan todo su esfuerzo en su emprendimiento para llegar a fin de mes. "Mi mujer hace las donas, bolitas y churros, y yo me encargo de salir a vender. A veces salgo en bici, otras caminando, pero se que cuando toco mi silbato los clientes me reconocen y salen a la puerta a comprarme", explicaba Mariano.
Pero no sólo la crisis macrista fue un escollo para este padre de familia, sino que también les cayó como balde de agua helada la pandemia por coronavirus, "Lamentablemente no me quedaba otra que salir a vender para comer, al principio muchos vecinos se enojaron y me puteaban, la policía me paraba, pero no tenía alternativa. Por suerte a medida que fue pasando el tiempo muchos me entendieron y me pidieron perdón", continuó.
Su negocio funciona muy bien tal como Martínez lo define, y no se da descanso ni siquiera los días de lluvia, "Son los días que más se venden, pero a pesar de ello, pienso en esas familias que no tienen un coche u algo para salir a buscar algo rico para el mate. Me mojo bastante, pero al final es algo que hago por mis clientes y por suerte soy una persona muy sana", indicó.
La familia de Mariano es muy creyente, y también humilde, tal es así que agradece a esos clientes que conocieron su historia y lo ayudaron con algo para sus hijos. "Mis clientes son una maravilla, más de una vez me han donado un par de zapatillas o algo de ropa para los chicos. No me gusta dar lástima, pero si me dan algo y veo que es con el corazón lo acepto, nada es fácil".
Actualmente, esta familia subsiste gracias a las casi 20 docenas vendidas por día que se dan en todo Villa Elvira y en algunas partes de Altos de San Lorenzo, ya que su mujer de Mariano es pensionada y no poseen ningún tipo de ayuda del gobierno, "No tenemos ayuda de nadie más que nuestros clientes, ni cobramos pensión por los nenes", dijo Martínez.
Para finalizar, Mariano aprovechó la entrevista para dejarle un mensaje a la sociedad. "Me gustaría que la sociedad en la que vivimos no pierda tantos valores. Y si algo puedo decirles a los vecinos es que a la gente que labura y se la rebusca día a día les den una mano como han hecho conmigo", concluyó.
Para aquel vecino que no conociera, y desee degustar de los productos ofrecidos por Mariano y su familia, pueden comunicarse con él a su Whatsapp: +54 9 2223 52-7736.
