Martín es un vecino platense que desde hace tres meses no conseguía empleo. Pero en los últimos días decidió ofrecerse como “amo de compañía”.
“Me ofrezco para compartir una charla o unos mates. Obviamente yo llevaría mi mate y mi yerba. También me ofrezco para mirar una película o ayudar a cocinar o cosas de la casa”, comentó el joven.
“El servicio no tiene un costo fijo; es lo que cada uno pueda dar en el tiempo que me necesite. Es un pedido desesperante, no tengo para seguir bancándome el estudio y mis gastos”, agregó.
Su servicio tuvo un gran eco en las redes sociales y ya tuvo su primera clienta: una abuela cuyos hijos se encuentran viviendo en España.
“Me invitó a cenar a la noche; quería darse el gusto de comer asado y me preguntó si yo sabía hacerlo. También me ofrecí para hacerle la ensalada, lavar los platos y compartir todo con la señora”, contó.
Finalmente, a las 18:30 se hizo presente en su casa y compartieron un rico asado. Además, la señora le pidió al joven que la llevara al río ya que hacía muchos años que no lo visitaba.
La abuela le pagó 1.000 pesos por estos servicios. Martín quedó sorprendido; no esperaba tanto.
Para contactarse con este “amo de compañía” deben escribirle a su Facebook.
