Luis es uruguayo, nació en 1963 y tenía solo cinco años cuando emprendió un viaje en barco hasta La Plata.
“Mi padre fue albañil y mi madre ama de casa. Nos criamos en una familia de clase media-baja y viví poco tiempo en Uruguay. Fuimos los que en ese momento llamaban exiliados económicos. En esos años, la falta de trabajo y oportunidades en mi país hacía que la gente tuviera que migrar a otros lugares, buscando un porvenir”, cuenta Luis en diálogo con LAPLATA1.com.
Fueron momentos muy duros para toda la familia. “Al principio éramos nómades. Cuando llegamos mi padre conoció a un contratista que le dio trabajo; y viajábamos cada tres meses a Uruguay para renovar la visa y tramitar la documentación”, recuerda.
Durante más de 10 años vivieron y durmieron en las obras de construcciones donde trabajaba su papá: “Como no teníamos donde vivir, mi padre se ofrecía como sereno o casero en la obra y así vivíamos, durmiendo en colchones de lana de vidrio; al terminar nos teníamos que mudar a otro lugar”.

“Mi vida era como la de cualquier chico. Por mi edad comencé acá la primaria, íbamos a la escuela y ayudábamos en lo que podíamos a nuestros padres ya que viviendo en una obra siempre había algo para hacer, además de jugar entre palas y andamios. Años después pudieron acceder a un terreno a pagar en cuotas y con lo que se podía ahorrar fuimos construyendo nuestra casa picando escombros, acarreando arena o ladrillos y mi madre preparando la mezcla para levantar pared o revocarlas”, destaca Luis.
Tan profunda era la vida nómade de Luis que ni siquiera recuerda todas las escuelas por dónde pasó. Solamente recuerda la última: la Escuela 76 ubicada en 527 y 16.
“No hice el secundario, tuve que salir a trabajar para dar una mano a mis padres”, rememora. Luis vive con su familia actualmente en Tolosa: 525 entre 20 y 21. Es justamente la casa que levantaron originalmente pagando en cuotas.
“Hoy muchos años después seguimos manteniendo nuestras costumbres formando parte de una de las colectividades más grandes, como es la Colectividad Uruguaya de La Plata y Alrededores con más de 30 años de vigencia celebrando nuestras fechas más importantes y participando de todos los eventos a los que nos invitan y de la fiesta del inmigrante de Berisso”, dice Luis.
Hoy tiene dos hijas y dos nietos. “Mis ojos se me humedecen”, afirma Luis cuando mira para atrás.
“No dejo de agradecer las oportunidades que este país nos dio y nos da aún hoy”, completó.





