Rosita tiene 78 años y viven en condiciones infrahumanas. Su casita precaria está ubicada frente a un arroyo en 149 y 52.
“Tengo mucho frío”, cuenta la mujer. No tiene cama y duerme en el piso con un colchón muy finito.
Desde el comedor Caritas Sucias tomaron contacto con ella y advirtieron su dura situación.
Pusieron manos a la obra y gracias a la ayuda solidaria lograron conseguirle mercadería y acondicionar un poco su lugar.
Según comentaron desde el comedor a LAPLATA1.com, ella tampoco tenía un piso y hay ratas que permanentemente circulan por el lugar.
“Nosotros nos pudimos en conocimiento de su situación de vida. Es una situación muy grave. Nos pusimos mano a la obra con los chicos que trabajamos en el comedor. Es inhumano, pero gracias a la solidaridad de la gente pudimos conseguir el piso y cambiarle el techo de su casita. Rosa tenia usaba sabanas a modo de paredes y ahora logramos cerrarle la casa”, cuenta Hugo, referente del comedor.
“Va a estar mejor y viviendo más dignamente, pero obviamente que va a seguir faltándole cosas. Ayudó mucho la gente más carenciada y humilde. Los políticos están rosqueando y ellos piensan en eso: sentarse en una banca. A ninguno le importa lo que pasa en la periferia”, agregó.
Ahora están pidiendo donaciones de chapas. Buscan construir un baño a Rosita ya que actualmente hace sus necesidades en un tacho y lo tira en el sanjón que tiene detrás de su casa.
Durante esta jornada, además, los vecinos volverán a trabajar en el lugar para realizar la instalación de luz.
Quien pueda colaborar debe contactarse al 221 669 9953.
