Como cada 2 de agosto, en Argentina se celebra el Día del Trabajador Gastronómico. En ese contexto, LAPLATA1.com recorrió locales del centro para hablar con los encargados de los comercios más afectados por la pandemia.
“Al principio fue muy difícil. Estamos hace mucho tiempo en La Plata y tenemos clientes fijos. No teníamos una base de delivery y tuvimos que armar uno y subsistir, pero fue más por voluntad de los dueños que por otra cosa, con la idea de no tener que bajar las persianas”, contó la encargada de un local gastronómico de la ciudad.
“Hace dos meses estábamos prácticamente fundidos. Con mucho sacrificio, poco a poco fuimos saliendo. Tuvimos que empezar de cero, buscar clientes nuevos, armar volanteadas, armar el delivery, acomodarnos a otros horarios. Para colmo, se nos rompieron las cámaras de refrigeración y perdimos mercadería”, añadió.
“Después, con el paso de los meses, cuando ya arrancamos a poder abrir el salón se empezó a ver un levante, aunque la gente tenía miedo de contagiarse. Nosotros siempre cumplimos con todos los protocolos para que pueda entrar gente y que se mueva un poco más la cosa. Económicamente fue muy difícil, pero tratamos de buscar una estrategia para poder subsistir”, manifestó la encargada.
Otro trabajador de un reconocido local de Diagonal 74 y 48, explicó a LAPLATA1.com que se manejaron bien con el delivery, vendieron bastante, pero a los dueños les costó pagar sueldos y algunos se quedaron en la calle: “Trabajamos mucho con el tema de los repartos, pero algunos compañeros se quedaron sin trabajo, lamentablemente. Recibimos ayuda del Estado, pero no estamos cobrando los sueldos como corresponden. Hacemos lo que podemos con los recursos que tenemos”, sostuvo.
Por otro lado, Ariel, el dueño de un restaurante ubicado en 47, entre 12 y 13, contó que estuvo a punto de cerrar sus puertas: “Después de un año y medio soportando la pandemia, subsistiendo, uno pensando que vamos a estar mejor, todavía no llegamos a ver eso que dicen que los negocios explotan, es mentira. Tal vez se ve movimiento una o dos horas por día. Pero, realmente, todavía estamos trabajando a un 30%. La zona de Tribunales es una de las más perjudicadas para los comerciantes, porque está todo cerrado, sin movimiento de gente en los organismos públicos y seguimos afectados”.
A su vez, expresó: “Los trabajadores están aguantando y apoyándonos, ninguno se fue desde que comenzó la pandemia. Recibimos por suerte ayuda del ATP del Estado, para poder pagar los sueldos”.
Pese a ello, reveló a este medio que tuvo que vender su auto para no cerrar: “Tenemos deudas del gas, luz, que al día de hoy nos empiezan a reclamar. También saqué créditos para poder pagar las deudas, que hoy nos duele abonarlo”.
Además, contó que “no nos pudimos adaptar al delivery, a la nueva normalidad, porque la gente no puede comprar todos los días. No podríamos bancar otra pandemia, encima con la llegada de la variante delta es difícil”.
