En la jornada de ayer el precandidato a diputado nacional Facundo Manes estuvo en La Plata pero se encontró con un panorama bastante diferente al que imaginaba.
El neurocirujano recorrió el centro platense y se dio cuenta de lo obvio: no había ningún cartel, pasacalle ni afiche suyo en la ciudad.
Durante la conferencia de prensa, el propio Manes dijo que en la interna se siente como “David contra Goliat”. Las miradas apuntan a los radicales Claudio Frangul (el precandidato a Diputado Provincial) y Diego Rovella (el precandidato a concejal). La calentura con ellos es mucha: entienden que están jugando para Julio Garro y por eso dejaron todo el despliegue de carteles para Santilli y el Intendente. Hasta la histórica sede de la UCR ubicada en 14 entre 53 y 54 ya fue alquilada y dejará de pertenecer al Partido Centenario.
Este “arreglo” de Rovella y Frangul cayó muy mal dentro de la UCR. Creen que “juegan a perder” para asegurar sus vínculos con el ejecutivo municipal. Otros radicales como Sergio Panella, Raúl Cadáa, Raúl Abraham o Claudio Pérez Irigoyen quedaron al margen: ellos pretendían una campaña más agresiva o protagónica de la UCR en La Plata.
Algo parecido pasó con los jóvenes radicales surgidos de Franja Morada que buscaban otro tipo de liderazgo a nivel local. Inclusive, algunos hablan por lo bajo de votar a Javier Mor Roig y Fabián Perechodnik, ambos de pasado en la UCR.
El panorama que encontró Manes en La Plata lo dejó muy preocupado. Sabe que no podría construir desde esta ciudad. De todas formas, aún con Rovella y Frangul jugando de manera “ambigua”, la lista de Manes podría imponerse teniendo en cuenta el perfil del votante platense.
Dentro del radicalismo, no son pocos los que razonan que un tándem de Manes y Panella hubiera sido muy difícil de doblegar para el PRO.
