“Berissense, pincharrata y radical”. Así se define el joven Matías Nanni que representa a Facundo Manes en Berisso y buscará revalidar su banca en el Concejo Deliberante durante estas elecciones.
Padre de dos pequeñas, Matías habló con LAPLATA1.com sobre su familia, su infancia y lo que significa Berisso para él.
-¿Dónde naciste Matías?
-Nací en Berisso y viví hasta los 12 años en el Barrio Obrero cuando nos mudamos a Los Talas, donde sigue viviendo mi mama en la actualidad. Mis viejos siempre laburaron mucho; mi papá es abogado y mi mamá docente.
-¿Y cómo fue tu infancia, a qué escuela fuiste?
-Mi infancia quedó marcada sin dudas por mis abuelos. Como mis viejos laburaban mucho yo pasaba todo el día con ellos generalmente. Sin dudas me criaron también y me enseñaron muchísimo. Mi abuelo Tito era un ejemplo a seguir: mi compañero con el que siempre hablábamos de nuestro querido Estudiantes y el que me apoyaba en todas. Un tipo fantástico, laburante del Swift y muy querido por todos. Él me marcó mucho como también mis otros abuelos Elsa, Mimi y Picho. Los dos últimos gracias a dios los tengo conmigo y puedo seguir disfrutándolos. En cuanto a mi paso escolar, fui al parroquial, una escuela privada de la ciudad en la que hice toda la primaria hasta recibirme en secundaria y de la cual tengo los amigos que siempre están al lado de uno.
-¿Qué recordás de cómo era Berisso en aquellos tiempos?
-Era muy distinto, había una tranquilidad enorme. Yo vivía en el Barrio Obrero y andábamos todo el día en la calle con mis amigos del barrio. No pasaba nada, era distinto. Hoy tenés que cuidarte mucho, ya no podés dejar a los chicos solos en ninguna parte de la ciudad. Tenemos que lograr que Berisso vuelva a ser la ciudad tranquila en la que vivíamos pero con el desarrollo del siglo XXI. Hoy tengo mi familia, soy papá de 2 nenas chiquitas y me gustaría que en un futuro ellas vivan en una ciudad segura, que les brinde oportunidades de crecer y desarrollarse.
-Sabemos que también jugaste mucho al fútbol…
-Desde muy chiquito jugué al futbol, primero en la filial Lauri de Estudiantes y después en las inferiores de Villa San Carlos. En un momento tuve que elegir entre el fútbol o la facultad y elegí claramente dónde mejor me iba (se ríe). Tuve que dejar el fútbol. En realidad siempre fui muy deportista: tenis, taekwondo, boxeo, natación. Amo el deporte y eso es uno de los puntos más importantes que nuestra ciudad debe mejorar. Hay que apoyar a los clubes de barrio. Son los pilares fundamentales para sacar a los chicos de la calle y darles una oportunidad de cambiar su vida. Y no solo eso: debería ser una política pública municipal invertir en infraestructura para que todos los berissenses puedan practicar todo tipo de deportes en instalaciones municipales. Tenemos un gimnasio municipal gigante, que con inversión y decisión podría explotarse para dar todo tipo de disciplinas.
-Decías que elegiste la Facultad antes que el Fútbol. ¿Qué estudiaste?
-A los 18 años arranqué a estudiar Derecho y me recibí a los 23. En el transcurso de la carrera trabajé como mozo en una empresa de catering de la ciudad y después en la caja de policía hasta el momento que comencé a trabajar como Director de Modernización del municipio. Siempre busco seguir formándome, he viajado para estudiar inglés y he participado de varias becas en escuelas de formación política para jóvenes dirigentes como el CIAS y la FURP. La formación nunca debe parar, y menos para los que queremos involucrarnos en lo público y cambiar la realidad de nuestra ciudad.
-¿Qué significa Berisso para vos?
-Yo siempre digo que el Berissense es un enamorado de su ciudad. Si algún día nos vamos por algún motivo siempre queremos volver. Somos fanáticamente berissenses y eso es lo que más motiva a querer involucrarme y mejorar nuestra ciudad. Lo que más me gusta es ese sentido de pertenencia que tenemos los que nacimos en la ciudad y es algo que nos distingue de todas las demás ciudades.
-¿Y qué es lo no te gusta de Berisso?
No hay nada que no me guste, pero si me genera mucha bronca que estando en el año 2021, nuestra ciudad tenga los déficits que tiene: barrios populares sin servicios básicos, 80% de la ciudad sin cloacas, más de 1000 calles de tierra, barrios sin agua potable. Es indignante que una ciudad tan hermosa y con tanta capacidad de desarrollarse esté estancada en el tiempo.
