"Hace semanas que no duermo, necesito descansar”, es una frase que se repite al unísono en los cientos de enfermeros y personal de salud que día a día pelean por sus vidas y las ajenas en los hospitales de la región.
Necesitan ser escuchados de una vez por todas; no comulgan con banderas políticas ni intereses, simplemente quieren reclamar por sus derechos.
Romina es una de las tantas enfermeras de la ciudad que volverán a movilizarse el próximo 30 de agosto hacia el ministerio de Salud con fines pacíficos. Intentarán nuevamente pedir por sus imperiosas necesidades.
“Tenemos la idea de que venga todo el personal de salud. Desde el que cuida el estacionamiento hasta el que corta la cebolla en la cocina. Profesionales y administrativos. Porque hay programas de salud que fueron desfinanciados. Incluir. Sumar. Penur. Y alrededor de 500 familias quedan en la calle. Sumando además las deficiencias de las presentaciones. Por eso hay mención en los becarios”, le comentó a LAPLATA1.com.
Y agregó: “No tenemos ni cara, ni manos, ni vida”.
Las consignas de reclamo son claras. Pedirán por sueldos igual a la canasta familiar para todo el personal de salud; pases a planta permanente; pensiones sin trabas burocráticas para familiares de fallecido; toma de personal capacitado en calidad y cantidad y pases a carrera hospitalaria automática para los Enfermeros.
En ese marco, y a modo de difundir el reclamo, emitieron un mensaje que se viralizó en todas las redes sociales.
“Anónimos, en las sombras, solo les has visto la mirada triste o cansada, asomando arriba de mil barbijos. No conoces a ninguno, no sabes cómo se llaman, a medio rostro un equipo de salud que se juega su vida, su tiempo, para curarte y cuidarte. Invisibles para el estado. Invisibles para la sociedad. Indigentes vestidos de blanco. Prescindibles en el trabajo, el consultorio la clínica o el sector donde trabajamos. Imprescindibles en casa. La guardia no sigue sin mamá, sin papá, sin mi esposo u esposa. Salud somos todos. ¡Despertate!”.
