Alejo Schroeter tiene 13 años, pertenece al Colegio Nacional de La Plata pero tuvo un año muy complejo.
Todo se desató porque Alejo no puede usar barbijo: cuando las clases presenciales se reanudaron en junio decidieron cerrarle las puertas.
El joven tiene parálisis cerebral y una de sus secuelas fue la ataxia cerebelosa, que consiste en movimientos involuntarios del cuello, la cabeza y los brazos. “Yo lo conozco y sé que se le saldría todo el tiempo y resultaría muy incómodo”, explicó su mamá respecto a la posibilidad de que use otro tipo de mascarilla.
El joven también es alérgico e hipoacúsico del oído derecho. La mamá tiene un certificado donde consta que su hijo no debe usar barbijo.
En diálogo con LAPLATA1.com, Mariana, mamá de Alejo, contó cómo está actualmente la situación.
“Nunca me respondieron, nunca me recibió la directora. Pero mi hijo necesitaba escolarización”, dice.
Ahora Alejo está yendo a las clases presenciales, pero de una manera bastante insólita: entra con el barbijo puesto para “congraciarse” con las autoridades, pero se lo baja permanentemente porque le genera mucha incomodidad. Es el “Plan B” al que tuvo que recurrir Mariana.
Al establecimiento concurre con un acompañante terapéutico. La madre entiende que el reclamo para que Alejo use barbijo proviene más de las autoridades y la preceptora que de los propios docentes.
A pesar de que su hijo ahora puede ingresar al Colegio, Mariana no oculta su calentura.
“Estoy caliente porque él está todo el día congestionado. Tenemos un certificado donde se marca que él no debe usar barbijo. Tuve que agachar la cabeza y taparme la boca. Fueron poco empáticos. No hay inclusión”, manifestó.
“No hicieron caso a los certificados. Llevan a cabo un protocolo sin individualizar lo que le pasa a cada uno. No todos se pueden cuidar de la misma forma. Lo están sometiendo a lo que ellos quieren” agregó.
Y cerró: “El que se tuvo que adaptar fue Alejo, cuando en realidad tiene que ser al revés. Hay discriminación y como madre eso duele”.
