Macarena nació en Mar del Plata pero tiene su corazón también en La Plata. Es realmente una mente brillante: se recibió en la UNLP de Geofísica con un promedio de 9.38. Fue uno de los promedios más altos de todo el 2019.
Ahora vive en Suiza, más precisamente en Lausana, la quinta ciudad más poblada de ese país europeo. En diálogo con LAPLATA1.com, Macarena cuenta las claves de este vertiginoso recorrido. Solo tiene 29 años.
“Nací en Mar del Plata y la verdad es que tuve un buen paso por la secundaria, siempre fui muy curiosa y eso es lo que me llevó a terminar en La Plata”, recuerda.
“No conocía la UNLP y el Observatorio desde un principio me cautivó por la gente y la pasión que tienen por la ciencia, por el nivel de compromiso hacia el conocimiento y la transmisión del mismo. Enseguida me sentí muy cómoda”, agrega Macarena.
Ella cree que su paso por la UNLP “vino a saciar esas ganas de aprender. El Observatorio es un ambiente muy humano, como una familia. Siempre encontré a alguien dispuesto a explicarme las cosas que no entendí, siempre había ayuda. Es un lugar hermoso”. Consultada sobre su nota más baja en la Facultad, la joven duda. Cree que fue un 6.
Pero no todo fue color de rosas. No se trata de una carrera para nada sencilla: “Los primeros años son muy difíciles porque requiere de un gran esfuerzo para ponerte al nivel de la física y la matemática de la carrera. Te sentís frustrado pero hay que pelearla”.
También Macarena señala las dificultades que implica adaptarse a una nueva ciudad y desprenderse de la familia. De todas formas, reconoce que “La Plata es una ciudad muy buena para estudiar”.
¿Las claves para haber avanzado con esas notas en Geofísica? “Ser testaruda, sacar lo mejor de una para solucionar un problema en vez de bajar los brazos. También es clave la organización, conocerse a uno mismo para saber cómo y cuándo rendir los finales”.
Y agrega otro “pilar”: el deporte. Ella jugaba al Hockey en Mar del Plata y entró al equipo de la Universidad en nuestra ciudad. Allí conoció a muchas amigas. “Era mi cable a tierra y potenció mi rendimiento académico”, reflexiona.
Desde hace dos años Macarena vive en Suiza. Un cambio aún más radical. Está realizando su doctorado. Trabaja allí e incluso enseña Hockey a chicos suizos. Completísima.
“El idioma y la brecha cultural son dos desafíos, y también estar lejos de la familia y los amigos. Suiza es un país hermoso desde lo natural y la diversidad cultural. Está lleno de gente de todos los lugares del mundo. Te enriquecés de manera muy copada”, completa esta joven marplatense que no se olvida de La Plata.
