El pasado primero de septiembre las escuelas de la provincia de Buenos Aires retomaron su actividad habitual. La presencialidad se convirtió en una realidad, aunque muchas instituciones no pudieron cumplir con lo ordenado por las autoridades.
La Escuela 108 de Ignacio Correas, es un claro ejemplo de lo mencionado. Los padres de los cientos de niños que concurren a diario, están cansados de las promesas incumplidas y decidieron manifestarse públicamente para que se sepa de una vez por todas lo que verdaderamente ocurre y cómo el estado obstaculiza la presencialidad plena de los alumnos.
“Los niños concurren solo 3 horas de las 8 correspondientes, y al parecer así seguirán. La Dirección general de Escuelas no habilita la apertura de los comedores, siendo establecimientos de doble jornada, que por la carga horaria necesitan tener servicio de comedor. Los niños están cursando menos de la mitad de su carga obligatoria, es una locura. Nadie se hace cargo, nadie puede solucionar este conflicto”, relató en diálogo LAPLATA1.com, Mariela, mamá de una de las alumnas de la institución.
Y agregó: “¿es posible tomar medidas, extremar cuidados, para que se habiliten los comedores? ¿Preparar viandas, o lo que sea? ¿No hay restaurantes, hospitales abiertos? ¿Nadie puede comer? En la calle se vive como si no hubiera pandemia. Adentro de la escuela no se puede hacer nada. Un templo sagrado salido de la realidad. No digo que no nos cuidemos. Digo que cuidemos todo. También la calidad de la educación. Digo, que si se quiere, se buscan soluciones. Lo más fácil, siempre, parece que las cosas sigan como están”.
