Bruno nació en La Plata. Vive en San Carlos y deja todo por el que más lo necesita. Sin banderas políticas, sin lucrar, lo hace de corazón. Y para esa persona que se encuentra en la calle, sin compañía, sin rumbo fijo, su sola presencia acompañada de un plato de comida lo es todo.
“Muchas veces me cuestioné si lo hacía o no lo hacía y ahora me decidí; publiqué si alguien sabía donde había gente verdaderamente en situación de calle y después de mapear elegí a los contactos que iba a llevarles una vianda. Somos un grupo de amigos y gente que se fue sumando, todos laburantes”, le dijo inicialmente a LAPLATA1.com.
“Vivimos en San Carlos, casi Romero, por 140 y 521, pero decidimos realizar la entrega a la gente que los mismos vecinos nos cuentan que vieron. Salimos desde casa y a partir de ahí, la primera persona que vemos en condición de calle, a nuestro criterio la entregamos la mayor parte; entregamos a abuelos, mamás con nenes y hombres en verdadera situación de calle”, agregó.
Respecto al contacto cara a cara con la persona que se encuentra en situación de vulnerabilidad, Bruno precisó que “en la calle te encontrás de todo; gente que le han quitado la casa, laburantes que se han quedado sin trabajo, que por vergüenza no pueden llevar la comida y se alejan de la familia, abuelitos y abuelitas en contra de todo, como también te encontrás con personas que decidieron vivir ahí, personas que decidieron hacer eso y que no van a salir nunca más y no quieren cambiar”.
“Realmente se muestran muy agradecidos. En principio se rehúsan y te dicen que ya comieron pero te das cuenta que no, entonces, para ver si es cierto, volvemos a pegar una vuelta con el auto, es muy triste todo. La historia personal de cada uno de ellos no tiene nada que ver con la economía, hay mucha gente que realmente está enferma”, agregó.
Por último, Bruno remarcó que “honestamente en las noches que salimos sentimos dos cosas: mucho orgullo por lo que hacemos, porque le hacemos con el corazón y también sentimos que nos vamos a morir, porque cada historia es terrible. Nos subimos al auto después de dar una vianda y lloramos todos porque quizás lo hacemos un poco de manera selectiva a nuestro entender”.
Sería muy importante que esto pueda llegar a alguien que tenga fuerza, que sin figurar en ningún partido político, nos diga, muchachos acá tienen esto. Alguna persona que por ahí tenga la posibilidad de ubicar una casa, o un departamento a la cual podamos llevar nosotros mismos a la gente que encontremos para que pueda dormir, descansar. Personas de 77, 80 años, como la abuelita de ayer , que estaba completamente desnutrida y que nos decía que estaba esperando el micro porque también tenía vergüenza y tenía miedo porque no sabíamos quiénes éramos, hasta que le dimos la porción de comida. Nos parte el alma y no queremos que pasen por eso”, completó.
Quien pueda colaborar con Bruno para que más personas puedan tener un plato de comida, debe comunicarse al 221 541 2728.
