Iván Valentini y su padre Miguel trabajan juntos en un rubro que no es muy común para muchas personas, pero sin dudas es un atrapante trabajo. Desde hace algunos años se dedica a restaurar relojes y sus obras sorprenden a los platenses.
En diálogo con LAPLATA1.com, Iván contó: “De chico estudié relojería al modo antiguo (por correo) y con mucha práctica, o sea desarmando relojes y buscándole la vuelta para dejarlos andando. Mayormente relojes despertadores a cuerda (eran muy baratos, no los quería nadie)”. En ese entonces estaba en la primaria cuando descubrió su pasión.
Con el paso del tiempo fue adquiriendo práctica, hasta que junto a su padre tuvieron la idea de arreglar relojes monumentales, y allí comenzaron con el del ferrocarril provincial, de 17 y 71.
“Con ese nos fue mal, porque antes de inaugurarlo se metieron a robar y al final nos quedamos con las ganas. Una lástima, porque en esa época para conseguir materiales pedía ayuda a los comerciantes”, explicó.
En aquel momento, Iván no tenía trabajo. “Habíamos conseguido la iluminación por donación, y trabajamos mucho para calibrar las agujas que van con contrapesos, es un trabajo de una tarde pero lleva su esfuerzo”, explicó.
Posteriormente siguieron con el de la Estación de La Plata, pero para ese entonces ya había conseguido empleo como maquinista, y no tenían problemas económicos. En ese sentido, contó que ese reloj “lo fabricamos de cero. Yo lo dibuje (cada engranaje) hice un plano y se lo llevé a Loreto Dandrea, un tornero italiano en Los Hornos”, a quien recuerda como un hombre “muy talentoso”, que hacía maravillas con su trabajo.
Al reloj de la Municipalidad lo intervinieron de manera fantástica: "Le cambiamos una línea de acero, le pusimos depósito de aceite a cada cara, y un trabajo grande de calibrado, muy muy difícil, lleva muchas pesas por todos lados, con el objetivo de alivianar todo el peso posible”, dijo.
Entre sus obras también se encuentra el de 60 y 137, con el que estuvo trabajando durante un poco más de un año, y también lo arreglaron de cero.
Estos trabajos le llama la atención a la gente de la ciudad, quienes esperan con emoción los próximos arreglos que cuidan y embellecen La Plata, dejando al descubierto las maravillas que vuelven a la vida.
