Tierras de El Rincón, segunda parte: el Centro Integrador Comunitario que dejó afuera a la comunidad

Opinión 26/09/2021 . Hora: 08:55
Tierras de El Rincón, segunda parte: el Centro Integrador Comunitario que dejó afuera a la comunidad
Juan Pedro Barra
Por Juan Pedro Barra
Periodista.

Tristes imágenes se vieron este miércoles en el segundo episodio de esta saga que tiene como protagonistas a los vecinos de El Rincón y el Concejo Deliberante, esta vez desafectando como espacio público a una plaza para crear un Centro Integrador Comunitario, que de integración a la comunidad poco tuvo.

Los vecinos del barrio platense, sumamente comprometidos en materia política, se acercaron al recinto del Concejo en pos de escuhar -y hacerse escuchar- respecto a este tema, que vale recordar es la continuación de la cesión de tierras por parte de la Comuna hacía el Arzobispado.

DENGUE PBA

Los dejaron pasar a las gradas, donde permanecieron en silencio hasta que llegó el punto en cuestión y, primero de manera cortés, pidieron la palabra. La presidenta, Ileana Cid, no se las cedió. Pero la intención de vociferar de los ciudadanos era irrefrenable. Ante esto se podrían haber tomado dos caminos: dejar que hagan uso de la banca 25, tal cual lo establece la Ordenanza 10.511, o hacer que las fuerzas policiales los retiren.

La decisión fue la segunda y, más allá de los términos ideológicos que uno pueda refutar o ratificar, fue una medida más que nada impráctica. Si bien los protocolos ceremoniales de la banca 25 son distintos, se podría haber hecho un arreglo fácilmente, si es que escuchar la voz vecinal era realmente el deseo.

MOSQUITO MLP

La Comuna suele hacer gala de su supuesta capacidad de escucha y coordinación con los frentistas, pero este diálogo casi nunca se transmite en términos reales de gestión. Puede haber mil reuniones con vecinos y escuchar todas las voces de un asunto, pero las decisiones terminan siendo las que ya estaban pensadas.

CABA - DENGUE

Quizá es cierto que la posición radicalizada de los frentistas tornó todo más difícil y, tomando la premisa de que la política es la praxis ejercida a partir del conflicto entre dos pautas de acción moral incompatibles, está a las claras que el pragmatismo no los caracterizó. Ahora, la responsabilidad de crear consensos debe ser siempre de la cara institucional de la política, en este caso, el Concejo Deliberante o el Departamento Ejecutivo.

Por parte del Frente de Todos, decidió jugar de mosquita muerta y aprovechó el escenario de los tumultos para irse de la sesión ya que, de todas formas, el oficialismo tenía quórum y mayoría para votar. El punto clave en esta decisión fue que no se estaba respetando la ley que dice que cuando un espacio público es desafectado, la comunidad debe ser reompensada con otro.

Con esto se generó un teléfono descompuesto entre las dos fuerzas políticas mayoritarias, donde Juntos decía en el recinto que el proyecto fue trabajado en conjunto y que la oposición estaba dialogando con la Provincia para encontrar el lugar que pueda ser desginado como nuevo espacio público. Mientras que el Frente decía que ya había puesto a disposición más de un lugar, pero que el oficialismo no había tomado las sugerencias, ni habían explicitado esto en la ordenanza.

Cuando los vecinos se calmaron y continuó la sesión, hubo una frase particular que los hizo volver estallar, proveniente del concejal Crespo: "Los vecinos pueden estar confundidos, pensando que esta es la votación de la cesión de tierras a la Iglesia que ya se aprobó". Un grito claro se oyó de las gradas: "Sabemos muy bien que se está votando, no lo queremos".

En un acto del gorilismo más puro por parte de todas las fuerzas, actuaron convencidos de que hacían "lo mejor" para el pueblo, cuando éste no pudo ser más claro en su mensaje. Y esto sin siquiera hacer juicio de valor sobre la idea del Centro Integrador, pero reconociendo que falló desde un principio en su motivo más literal.

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