Luana y Luis son de La Plata y alquilan un Jenga XXL cada vez más demandado en nuestra ciudad.
En diálogo con LAPLATA1.com, la joven comentó cómo surgió esta iniciativa. Tenía solo 20 años cuando largó el proyecto con su novio. Ella estudiaba en la Facultad de Medicina y tenía ganas de usar el fin de semana para tener un ingreso económico.
“Todo empezó el 2 agosto de 2015”, recuerda con exactitud Luana. Ella puso 5.000 pesos que tenía ahorrados. “En ese momento era bastante plata”, dice con alguna risa. Se denominan Inflables Lulu.
Su pareja puso otros 5.000 pesos y con ese dinero decidieron comprar dos inflables, una cama elástica y un metegol. Era una inversión importante para ellos. Pero pronto empezaron a ver buenos dividendos.
“Estaba fascinada por el ingreso que sacamos. Teníamos una gran expectativa porque empezamos muy de abajo y crecimos mucho. Pero llegó la pandemia, y se cortó todo. No sabíamos qué hacer. Había mucha incertidumbre”, dice la joven que hoy tiene 26 años.
Pero rápidamente activaron un Plan B. Vieron por Youtube videos de cómo hacer huerteros y pusieron manos a la obra. “Nos resultó fácil, y los hacíamos de diferente madera. Pudimos salir a flote con eso. Como mucha gente estaba en la casa, la buena alimentación se puso de moda y nada mejor que tener tu huerto en la casa”, señala.
En los últimos meses, sin embargo, volvieron al proyecto de los inflables que alquilan. “No nos daban los tiempos para hacer todo”, explica Luana.
“Todos creen que porque vos sos tu propio jefe dispones de mucho tiempo. Pero la realidad es que el tema del traslado, la limpieza y la desinfección de los juegos lleva su tiempo. Y al cliente le tenés que cumplir en todo”, asegura.
El catálogo de juegos que alquilan es muy amplio. Pero uno de ellos sobresale. Ideal para la familia: el Jenga XXL. Está compuesto por 54 piezas y viene con un banquito. Mide más de un metro. Su alquiler cuesta 1.000 pesos.
Luana también cuenta que uno de sus clientes era sordomudo. Si bien pudieron comunicarse de buena manera, la joven decidió emprender un curso de lenguaje de señas que está a punto de finalizar. Y en paralelo está por recibirse de Licenciada en Criminalística. Todoterreno.
Su novio trabajaba en una empresa de electrodomésticos pero ahora se aboca únicamente a este emprendimiento. “Apostamos todo por la empresa”, concluye Luana.
