Los vecinos de Tolosa están indignados por el proyecto de Javier Mor Roig, principal candidato de la lista de concejales de Diego Santilli en La Plata.
Así, Tolosa se llamará “El tambor” y los vecinos están en alerta y movilizados. Lo aprobará el Concejo Deliberante en homenaje a candomberos, pese a que los músicos ya se mostraron contrarios a la iniciativa. Temen un “efecto contagio” en otras localidades y hablan del “mayor disparate de los últimos 150 años”.
Incontables son las piezas que La Plata ha ido perdiendo a lo largo de su historia. Monumentos, enrejados, adoquines fundacionales, teatros, un imponente casco de estancia con jardines palaciegos, y hasta una réplica a escala del famoso arco de la Opera de París encargado por Napoleón III a Garnier, el mismo que un día –inexplicablemente- voló por el aire a fuerza de dinamita en el Paseo del Bosque.
Ahora, a ese penoso proceso de degradación patrimonial se sumará un capítulo inenarrable: por primera vez, el Concejo Deliberante debatirá algo tan osado, absurdo y disparatado como cambiarle el nombre a la hermana mayor de La Plata.
“Me enteré por mi nieto que lo vio en internet, y resulta que después a la tarde vienen los muchachos y me dicen que sí, que es verdad, que está en el diario y que lo decidió un político de acá del barrio”, dijo Carmelo Bruschini, de 82 años, “de familia ferroviaria y orgullosamente tolosana”.
“Esta vez han llegado demasiado lejos: pretenden borrar 150 años de historia de un plumazo; así, livianamente, sin diálogo, como trasnochados, y nos venimos a enterar por los diarios y por los propios muchachos que tocan las timbaletas. Señor intendente, con el mayor de los respetos, con Tolosa, no. Así, no”, dice Marta Román, docente jubilada, quien hoy a las 17:30 marchará a la Delegación Municipal de 3 y 528 junto a cientos de vecinos y comerciantes que quieren seguir viviendo en Tolosa y no en “El Tambor”.
El proyecto en cuestión, que ya logró el despacho de la Comisión de Planeamiento –un trámite del que no se conoce más que su resultado final- busca rebautizar a un amplio sector de Tolosa y será aprobado en los próximos días en el histórico recinto deliberativo de calle 12. Quien lo promueve es el concejal radical Javier Mor Roig, que preside esa misma comisión.
En los planes de Mor Roig, Tolosa pasará a llamarse "El Tambor" en la zona que va de 32 a 520, y de 120 a 4, abarcando así a El Churrasco, al tradicional centro comercial de calle 2 y su plaza Iraola, el espacio verde más caro al sentimiento y orgullo tolosano; y la zona de las Mil Casas, un espacio que fue testigo de la fundación de la ciudad soñada por Dardo Rocha, pergeñada por el ingeniero urbanista Pedro Simón del Corazón de Jesús Benoit, elogiada por Sarmiento en el ocaso de su vida, por Borges, por Einstein y por el literalmente inmenso Roberto Arlt, y elegida como casa del sacramento del matrimonio por el tres veces presidente de la Nación Argentina, General Juan Domingo Perón, y Eva Duarte.
“Es evidente que les sobra tiempo. De otra forma no se entiende. O lo hacen a propósito para provocar y enloquecer a la gente, o viven en otro planeta”, dice Alfonsina Maldonado, de Tolosa “de toda la vida”, criada a metros de la “bajadita” que nace en un tradicional kiosco tapizado de rombos color caramelo para desembocar en la histórica avenida 528, sobre el proyecto que pretende imprimir un giro radical en una historia que este mismo año, justamente, cumple un siglo y medio de vida.
Frente a una historia de inmigrantes, de hombres y mujeres que durante años estuvieron a cargo del “portón de acceso” a la nueva capital de la provincia de Buenos Aires, el concejal Mor Roig esgrimió los siguientes argumentos en defensa de su ocurrencia: "Al menos dos veces por semana salen con su ritmo a recorrer el barrio además de que todos los años hacen las llamadas del 25 de mayo, al estilo de la agrupaciones de candombe uruguayo".
El casco histórico de Colonia del Sacramento, en la oriental República del país hermano del Uruguay, fue declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 1995. Hoy, se sigue llamando Colonia, más allá del candombe. A nadie se le ocurriría rebautizarla como Flauta Traversa, ni Chivito para dos, ni mucho menos Buquebus.
“Hoy es El Tambor para Tolosa y mañana es Mila con fritas o guarnición a elección para El Mondongo”, sintetiza no sin ironía Julio Guzmán, jubilado bancario y reconocido en círculos sociales y deportivos de Tolosa por su “hombría de bien”, por haber dedicado su vida al barrio que lo vio nacer, y por haber protagonizado un paso fugaz pero inmensamente productivo en las inferiores de vóley del Club Gimnasia y Esgrima de La Plata.
“Queremos entender que el intendente es joven y no tiene por qué saber ni conocer de historia. Pero esperamos que alguno de sus colaboradores lo ponga al corriente de esta situación y tome cartas en el asunto para frenar este atropello a la identidad”, aporta Carola Santana desde la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, conmovida a la sombra que aporta la torre de 30 metros de altura levantada en 1930. Es la misma parroquia que luego de años y años de gestiones les dio a los “tolosanos” la posibilidad de tener su propio espacio de culto, sin la necesidad de trasladarse a Ensenada –su jurisdicción por entones natural- o a San Ponciano, en diagonal 80 y 48. Es la misma que ahora –según Mor Roig- pasará a depender de “El Tambor”.
“Dios quiera se ilumine el camino que guie a este concejal en la búsqueda del buen juicio y la plena sensatez”, ruega Santana dese el templo de calle 115 entre 529 y 530. Como ella, son miles las vecinas y vecinos dispuestos a defender la identidad de un pueblo de tradiciones riquísimas que vio nacer y siempre cuidará a su hermana menor La Plata.
