Sufrió un grave accidente en el 2006 y conoció a una niña platense con "huesos de cristal" para ser campeón: "Es increíble"

Sociedad 28/10/2021 . Hora: 12:23
Por Francisco Angulo
Periodista.

Juan María Nimo nació en Neuquén, tiene 33 años e incursionó en el mundo del deporte motor con tan sólo 4 años de edad arriba de un Karting. En paralelo, debutó en Mini Cross, disciplina en la cual se desarrolló hasta llegar a piloto profesional.

Alcanzó campeonatos, sub-campeonatos y excelentes posiciones en cada categoría. Pero a los 18 años sufriría un duro golpe: en competencia para el Equipo Suzuki Chileno sufrió una caída cuya lesión medular de nivel torácico le provocó una parálisis de las extremidades inferiores. Tuvo que empezar a usar sillas de ruedas.

Juan María no se dio por vencido y su discapacidad no fue un obstáculo para seguir sus objetivos. Así, se convirtió en el primer piloto de pista y Rally del país en competir con autos armados con comandos adaptados a su condición.

También incursionó en Danza Ability con la bailarina Mónica Centeno, con quién participó en torneos locales e internacionales. Obtuvieron la medalla de Oro en el Interamericano de baile, siendo ellos la primera y única pareja en competir con discapacidad.

Pero hace 6 años su vida se topó con La Plata. Y en especial con una niña: Abril.

Desde hace una década funciona “La Casita de Abril”. Es el emprendimiento que surgió con el corazón de una joven que padece la enfermedad de “los huesos y piel de cristal”.

Se trata de Abril Milagro Postma, que tiene 17 años y con su “Casita” ayuda actualmente a 35 familias con ropa, alimentos y contención.

Juan María quedó maravillado cuando vio todo lo que hacía Abril. “Siempre estamos atentos a lo social. Mi mamá era asistente social y nosotros mamamos mucho la importancia de ayudar al otro”, señala en diálogo con LAPLATA1.com.

Rápidamente entabló una relación con toda su familia y Juan María reconoce su increíble labor: “Es increíble cómo se mueve para conseguir cada una de las cosas. Es importante sacarle la visión a la discapacidad como algo de morbo o lastimosidad. Abril logra incluir. El resto de los chicos no perciben su discapacidad y eso es lo más importante. Todo esos pulguitas no la ven cómo alguien diferente. Logró trascender y su discapacidad no la perciben el resto”, reflexiona.

“La discapacidad no debe condicionar a la persona. Todos están al ritmo de ella y lo lleva con gran entusiasmo. Es importante no caer en el miedo y la sobreprotección”, comenta.

Tan fuerte fue la relación que Abril empezó a confeccionar el diseño de sus cascos, algo que todavía Juan María conserva con mucho amor. Hoy el joven de Neuquén sigue compitiendo y lo hace de igual a igual con el resto. Sin excusas. Dos grandes ejemplos.